Curso de Teología del Pluralismo Religioso
23. “Muchos pobres, muchas religiones”: liberación mundial y religiones
4 Agosto 2008 AtrioEste Capítulo 23 del Curso TPR, lo vamos a presentar sencillamente con las palabras que el mismo José Mª Vigil pone al principio del texto y que se resumen en esta idea: la Teología del Pluralismo Religioso parte de una realidad nueva -el pluralismo religioso- que no es considerada directamente por la Teología de la Liberación. Pero no sólo no se oponen los dos talantes teológicos sino que son perfectamente complementarios y se potencian mutuamente.
Dice Vigil:
En esta lección queremos cruzar el tema de la pluralidad de las religiones con el de la liberación, o en otras palabras, el pluralismo religioso con la teología de la liberación. Cuando hablamos aquí de «teología de la liberación» (TL), en realidad no estamos hablando simplemente de una «teología», sino de un talante, un espíritu, una «espiritualidad», una forma de ser. Y estamos hablando sobre todo de las personas, los grupos, las comunidades, los movimientos sociales… que se sienten animados por ese espíritu, que a veces se reconocen interpretados por esa teología, y que, en todo caso, se hallan comprometidos en el proceso histórico de la liberación. En el último cuarto del siglo XX, en América Latina sobre todo, los cristianos han participado notablemente en esas luchas, se han dejado llevar fuertemente por ese espíritu y han posibilitado el surgimiento de la reflexión teológica consiguiente, la TL.
Especialmente en esta lección, vamos a tratar de ver la continuidad que aquella TL y aquellos movimientos liberadores, en general, pueden y deben encontrar en la actual situación de pluralismo religioso, cómo aquel espíritu liberador que nos anima a muchos de nosotros, tiene mucho que ver con los varios cambios que desde entonces se han dado en nuestro mundo ahora mundializado…
La teología del pluralismo religioso representa un nuevo paradigma, nuevo respecto al paradigma de la teología clásica de la liberación, pero no es un paradigma alternativo o sustitutorio, sino sumatorio, adicional.
13 Septiembre 2008 a las 8:10
Resumen de la aportación enviada por e-mail el 11 de agosto.
En este capítulo 23, se cruza el tema de la pluralidad de las religiones, con la liberación de los pobres. Lo que nos hace pensar y observar, como nuestra sociedad actual, camina, positivamente, hacia una sociedad laica de múltiples religiones. Pero, lamentablemente, con una multitud empobrecida y hambrienta.
Por otra parte, vemos, como el hecho religioso se malinterpreta, se pretende que quede fuera de la “educación” y que las religiones se mantengan al margen de la “cultura”. Se manifiesta agresividad, ignorancia o superficialidad hacia las religiones, algo que solo debe ser una cuestión personal, privada y voluntaria del individuo. En definitiva, se nos está diciendo, que eso de la religión es una cosa trasnochada, sin apenas incidencia y con visos de desaparecer.
Por nuestra parte, entendemos que la religión, las religiones, es un asunto demasiado importante, para que se trate de esa manera. Por experiencia, sabemos lo determinante que el cristianismo ha sido, y sigue siendo, en nuestra vida. Pero, además, la cuestión religiosa, las religiones, desde cualquier lectura de la historia que se haga, han sido y siguen siendo un tema de actualidad, porque siempre, tanto, siendo fuertes o débiles han influido e influyen en la vida de las personas y en la sociedad, donde toca lo político y a la vez se ve tocada por ello.
Pero en este proceso secularista que vivimos, se respira una concepción laicista de la persona y de la convivencia, que pregona la irracionalidad de todo lo trascendente. En el que se tiende a excluir, perderle el rastro, a los supuestos religiosos, a las religiones, a todo lo sagrado y de camino también a los pobres.
¿Qué tenemos que hacer? ¿Vamos a renunciar, por adaptación, a nuestra identidad religiosa? ¿Nos disolvemos en esta cultura para ser gente de hoy? ¿Renunciamos a nuestro mundo y a la cultura de nuestra gente? ¿Qué futuro le aguarda al Evangelio de Jesús? ¿Cuál debe ser nuestro encuentro con los empobrecidos?
La solidaridad con los empobrecidos y liberación de los pobres. Los cuales, no son solo un conjunto de clases explotadas y dominadas, ni un mero potencial revolucionario. Para el creyente, para el ser humano religioso, el pobre es el rostro mismo de Dios que clama por su liberación. Prescindir de la presencia de las religiones, ¿no será prescindir de la mayor fuerza histórica de liberación? Contrarrestar la misión del cristianismo y sus iglesias, ¿no será contrarrestar la levadura del Reino de Dios que es salvación para los pobres?
La fe significa para los pobres el compromiso de que, a pesar de todas las apariencias en contra, la historia tiene salvación. A estos pobres hay que anunciarles que tengan esperanza, que Dios no es como se lo han hecho creer, que Dios está de su parte. Por eso, hacer la voluntad de Dios es ponerse al lado de los pobres y luchar contra su empobrecimiento y por afirmar en la práctica su dignidad.
La existencia de empobrecidos no es una realidad natural, es un atentado contra la naturaleza humana, es una radical injusticia. Lo justo es que todas las personas puedan vivir de acuerdo a su dignidad. Existen estructuras sociales que se asientan y generan desigualdad y refuerzan los comportamientos personales y los estilos de vida insolidarios con los empobrecidos. El empobrecimiento es una injusticia estructural de nuestra sociedad, un problema radicalmente político.
Avivar permanentemente la conciencia del empobrecimiento como injusticia es hoy tarea fundamental, porque en nuestra sociedad se tiende a «ocultar» el empobrecimiento y a culpabilizar y responsabilizar a los empobrecidos de su propia situación, desde una concepción individualista de la vida social que tiende a enmascarar el carácter estructural del empobrecimiento. Por eso es tan importante denunciar las causas y raíces sociales del empobrecimiento, desenmascarar las estructuras que provocan empobrecimiento.
La lucha contra el empobrecimiento es incompatible con el paternalismo y el asistencialismo. La lucha contra el empobrecimiento demanda construcción de justicia en las relaciones sociales y asistencia y atención a las personas concretas en situación de necesidad. Pero nunca los empobrecidos pueden ser tratados como un mero objeto de la acción política, porque eso es negar su dignidad de personas, perpetuar de hecho su empobrecimiento.
15 Agosto 2008 a las 2:47
Creo que la teologia de la liberacion y la del pluralismo religioso estan encarnadas.
Es imporatante hacer saber como la gran lucha es contra grupos minoritarios de poder conformados en un sistema dominante.
La teologia de la liberacion si va a ir asumiendo la teologia de las religiones pues debe hacerla con una mirada de fe, ambas son necesarios como camino liberador.
La religios es una fuerza de los pobres, ya lo decia puebla “son fuerza evangelizadora”, ademas si no fuera fuerza y poderosa contra los dominadores no hubieran matado a los discipulos del Reino desde siempre y entre ellos algunos como Oscar Romero, en perú Vicente Hondarza.
Es cierto para los [pobres no es solo dar asistencialismo sino pasara que ellos sean protagonistas de su propia historia, nuestro aporte es: Dar el pescado, enseñar a pescar y ayudar a devolverles el rio, por alli tenemos que entregarnos. No solo es ser voz sino es devolverles la voz.
Nuestra lucha también esta en contrarestar todo atraso o resistencia al dialogo de parte de la institucionalidad religiosa.
Gabriel, buena observacion haces sobre los teologos .
Gabriel me gustaria entablar comunicación por email, doy mi autorizacion para que atrio te pueda facilitar mi correo electronico y pido a atrio hacer ese servicio una vez más agradeciendoles por eso y así gabriel poder comunicarnos si te parece.
10 Agosto 2008 a las 9:29
Misión humanizante.
Dialogo y practica.
Alas religiones corresponde hoy, a partir de un dialogo interreligioso, responsable y comprometido, el trabajar es de una ética común, para la erradicación de la pobreza en el mundo. De humanizar los excluidos, por la sociedad del bienestar. De transformar, a la sociedad mundial, para conseguir la utopía de una Paz global, para todo el planeta.. Luchar para cambiar, las estructuras sociales, políticas y religiosas que oprimen y marginan a los más débiles. Denunciar y combatir, toda estructura opresora, lucrativa, especulativa, y de enriquecerse, unos a costa de los demás…
En el momento en qué, todas las religiones, seamos capaces de poner en común, todo el bagaje positivo de cada una, en pro de la dignidad del er humano, se notara el cambio en nuestro entorno, en nuestra sociedad, en nuestro mundo…
Cuando Jesús en la Ultima Cena partió el pan diciendo: Haced esto en memoria mia…” un ritual, una misa, sino una misión: partir y compartir; partirnos y darnos, (compartir con los demás, con todos; todos no necesitamos).
Estos días contemplando la inauguración de las Los Juego Olímpicos en China, me encuentro ante dos realidades contradictorias. Por una parte, el gran potencial de la tecnología, capaz de sorprender al mundo y, por otra, la gran pobreza, contaminación y enfermedad, causas de la misma contaminación, que son la cara oculta de la moneda que se evita por todos los medios enseñar, porque la pobreza es para los países ricos, la vergüenza del progreso, esos pobres Lázaros que los Epulones no quieren mirar.
La cara positiva de los Juegos Olímpicos, es que veo en ellos un signo para la paz, porque pienso en que aunque los juegos son competitivos, unen, no separan.
Esto me induce a pensar, en una posible Olimpiada de Religiones, en que a partir de la puesta en común, de nuestras energías positivas, de nuestra Regla de Oro común, de la Carta de los derechos Humanos, de los mínimos éticos en pro de una ética mundial, los protagonistas sena lo pobres, no para exhibirlos, sino para anunciar al mundo que existen, que deben ser humanizados y, que se les debe restituir la dignidad usurpada.
El mayor escándalo hoy para los países ricos, - también para las religiones -, no son las guerras, ni el terrorismo, - todo ello ilegal -, sino esas muertes que se producen a diario a causa del Hambre. “No quieras para los demás, lo que no quieras para ti “.
El mundo no es un lugar par unos privilegiados, sino un lugar para todos, en igualdad de condiciones de vida.
Antonio Olives
4 Agosto 2008 a las 23:11
Es interesante, pero al repasar todo los autores citados, me di cuenta de un hecho que llamo mi atención, no hay ningún teólogo citado que sea musulmán, o budista…Somos prisioneros de nuestra cultura…y hay en cada una de ellas una o varias tradiciones religiosas, pero estas implican forman de entender-sentir-vivir, al hombre, al absoluto, a la historia, muchas veces demasiado lejanas…como para poder elaborar una teología ¿transabarcante…o transversal?…Bien dice Josema, que será la praxis de las comunidades (culturas-tradiciones), las que ya están y deberán intensificar su relación, dialogo, encuentro…Pero esta etapa de la historia, será al presente, el máximo desafió de la Especie, deberemos aprender a pensar en categorías diferentes y esto se realizará no planificadamente, sino a través de la natural relación que los pueblos tendrán, por ocupar un lugar común, en el tiempo y en el espacio y la necesidad sentida por (estimo personalmente) todas las tradiciones religiosas y todas las culturas de la necesidad de humanizar nuestras relaciones (espirituales, afectivas, culturales-con inclusión en este concepto de lo social, político y económico).-
Este proceso se realizará desde el dialogo, pero un dialogo real, profundo de las culturas, deberá partir de aquello que las caracteriza y es en todos los casos su concepción del absoluto- buscar formas que compatibilicen la convivencia y porque no la cercanía y la determinación de objetivos y tareas comunes…un medico sin fronteras, curando a miembros de dos tribus étnicamente diferentes y enfrentadas, una religiosa que habla de Dios, con el idioma de curar dolor y atender necesidades y no mediante el adoctrinamiento, los voluntarios de la media luna roja y de la Cruz roja trabajando juntos…para llevar comida al pueblo palestino…debemos ser modestos y respetuosos y confiar en que ese Dios, en el que todos creemos nos ira enseñando el camino…apurarnos significara volver a empezar, pero deberemos aprender a dar los pasos que sean posibles…Lo que no debemos pedir es que se conciba como nosotros las relaciones- como llegar a tradiciones religiosas que incorporan las castas, como forma de convivencia social- sin aplastar culturalmente…como lograr que quienes entiende que enterrándose años en una minúsculo lugar en la montaña, con el alimento indispensable para vivir, es su forma de entender la relación con ese absoluto…para esos hermanos, el significado de humanizar, no parece ser el mismo que para nosotros.-
Necesariamente deberemos hacer opciones…pero eso traerá muchos conflictos…no obstante, hay muchísimos seres humanos dispuestos a correr el riesgo de entrar hacer historia en este tercer milenio, entendiendo que la única forma de sobrevivir, es juntos todos….como en una balsa, que llamaremos planeta hogar…Tomando un matecito con una bombilla de madera que me regalaron, recordando al entrañable Anthony de Mello, gran maestro y a Con cariño Gabriel
3. La tierra es un mosaico de dioses y creencias,
de clérigos, profetas, sacros libros y textos:
impiedad, fe, pecado, son sólo los pretextos
que los hombres invocan al luchar como fieras.
4. Bebamos, amor, bebamos: todo al olvido invita.
Yo que medito siempre, solamente en dos días
no he querido pensar ni jamás he pensado:
el que está por venir y aquel que ya ha pasado.
(Fragmentos del Poema “Cuando hayas partido sin dejar ningún rastro” del Poeta Musulmán Omar Khayam nacido en Persia en el año 1040)
ANTHONY DE MELLO
AMOR
Preguntó un gurú a sus discípulos si sabrían decir cuándo acababa la noche y empezaba el día.
Uno de ellos dijo: “Cuando ves a un animal a distancia y puedes distinguir si es una vaca o un caballo”.
“No”, dijo el guru.
“Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es un mango o un anacardo”.
“Tampoco”, dijo el guru.
“Está bien”, dijeron los discípulos, “dinos cuándo es”.
“Cuando miras a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de hacer esto, entonces, sea la hora que sea, aún es de noche”.