18. Macroecumenismo latinoamericano

29 Junio 2008 Atrio

Este Capítulo 18 del Curso de TPR trata de un aspecto muy latinomericano, el amplio sentido de ecumenismo universal y de Pueblo de Dios sin fronteras que fue completando la Teología de la Liberación y que es lazo de unión entre ella y la más moderna Teología del Pluralismo Religioso.

    El mismo texto de Vigil introduce el capítulo con esta nota;En un curso de «teología del pluralismo religioso» hecho desde América Latina no podría faltar una alusión al «macroecumenismo» latinoamericano, por ser éste la forma que la «teología del pluralismo religioso» latinoamericano tomó «avant la lettre», antes de que tal teología del pluralismo religioso se desarrollara en el mundo y en América Latina. Vamos a ver cómo fue este «macroecumenismo» y vamos a hacer una actualización y una proyección de futuro del mismo.

Y después resume lo que es macroecumenismo en este párrafo:

    Después de muchos avatares históricos en los que los cristianos, en el ámbito de la civilización occidental, habían vinculado excesivamente la imagen de Dios a una cultura -confluencia de varias culturas hegemónicas: griega, latina, sajona-, la reflexión y el discernimiento cristiano de los últimos tiempos11 nos han devuelto una visión más clara del rostro macroecuménico de Dios. Dios no está ligado a ninguna raza, ni a ninguna cultura, ni a ningún sexo. No tiene dueño, ni apoderado, ni lugarteniente. No es blanco, ni occidental, ni masculino, como –penitentemente hay que reconocerlo- los cristianos lo hemos confesado y proclamado. Ni siquiera es un Dios cristiano como contradistinto a hindú, judío, musulmán… Ni siquiera tiene un nombre, porque es el «Dios de todos los nombres».

7 comentarios a “18. Macroecumenismo latinoamericano”, por orden inverso a la llegada (el último arriba)

  1. Eduardo Soto Bordoy

    Resumen de la aportación enviada por e-mail el 5 de julio.

    La palabra «Ecumenismo» viene del griego “oikoumene” (la “tierra habitada” o la “totalidad del mundo”), cuya raíz es “oikein” que quiere decir “habitar”. La expresión se refería a la realidad del imperio greco-romano, o para señalar la distinción entre el mundo civilizado y la tierra de los bárbaros. Esta palabra pasa a la Biblia como sinónimo de “tierra” (Sal 24,1; Lc 4,5-7; 2,1; Hech 17,6; Apo 16,4; Heb 2, 5). La palabra «Ecumenismo» en el campo católico es utilizada por primera vez por Yves Congar, en su libro: «Cristianos desunidos, principios de un ecumenismo católico (1937)». Una obra pionera en respuesta al movimiento ecuménico surgido fuera de los límites de la Iglesia católica. La palabra deberá esperar hasta el Concilio Vaticano II para aparecer, por primera vez, de modo positivo, en un texto del Magisterio. El decreto Unitatis redintegratio (1964), al presentar los Principios católicos del ecumenismo, deja en claro la existencia de un único movimiento ecuménico, éste compromete a todos los cristianos, y a él se incorpora la Iglesia católica.

    El «macroecumenismo» unido a «Abya Yala», como dice el manifiesto «Dios tiene un sueño» (1992), es una palabra nueva para expresar una realidad y una conciencia nuevas. Es un ecumenismo que tiene las mismas dimensiones universales del Pueblo de Dios, que son muchos Pueblos, muchas comunidades y muchas personas, todas aquellas que asumen ese sueño que es el proyecto de Dios; ninguna religión, ninguna iglesia, pueden arrogarse la exclusividad de ser ese Pueblo.

    Mientras que al «ecumenismo» lo consideramos limitado al dialogo entre religiones cristianas; el «macroecumenismo», además de potenciar ese ecumenismo, se abre a la totalidad de las religiones, a la totalidad del pluralismo religioso, en el que está incluido el diálogo interreligioso y el diálogo de las tres grandes religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo).

    El «ecumenismo entre cristianos», se mueve en el ámbito del encuentro fraterno, del descubrimiento mutuo y del testimonio común. Se busca como dar testimonio ante los múltiples problemas y desafíos que se presentan en nuestra sociedad. En España habrá que esperar todavía mejores tiempos para que haya más avances. Frente a las corrientes del ecumenismo humanista que propugnan un diálogo a partir de las comunidades cristianas, para la Jerarquía católica el encuentro ecuménico o interreligioso exige que quienes participen en reuniones ecuménicas «bajo la vigilancia de los Prelados, sean verdaderos peritos» (Un. red., 9).

    El camino en el diálogo interreligioso está apenas iniciado; hay mucho trecho por realizar. Existe una viva conciencia del hecho de la pluralidad religiosa, favorecida por las rápidas comunicaciones, la movilidad humana y la interdependencia. El creyente comprometido siente cada vez más la necesidad de comprender las otras religiones para entender mejor a los creyentes de las mismas. Existen muchos puntos comunes: creer en un Dios que es Creador, la aspiración a la trascendencia, prácticas de devociones… Y por otra parte existen diferencias, siendo las que no atentan contra los derechos humanos, ni contra la dignidad e igualdad de la persona, las que deben ser respetadas y cultivadas, que no impuestas. Por el contrario, las diferencias que atenten contra la dignidad de la persona deberán ser modificadas o purificadas. Una mística del diálogo crecerá si ambas dimensiones son mantenidas con su relación dialéctica. Tener algo propio por comunicar, de la misma manera que los demás tienen mucho y bueno que aportar y que enseñarnos. Se trata ante todo de un “diálogo de vida”. Estos proyectos de dialogo entre las religiones tiene dos frentes que lo atenaza, por una parte los fundamentalismos y la intolerancia que quieren imponer su propio sistema religioso o antirreligioso y por otra parte, los poderes fácticos, que quieren imponer su sistema de producción y consumo, en el que Dios no es necesario y las religiones y los pobres un estorbo si no asumen el rol que el sistema les asigna.

    Significar la importancia del Manifiesto de la Primera Asamblea del Pueblo de Dios, como punto de partida de una movilización macroecuménica, de fe y compromiso, de la Patria Grande, la “Abya Yala”, con las diferentes iglesias cristianas, las religiones indígenas, las religiones afroamericanas y la opción común por los pobres: Dios, vivido en la diversidad de las expresiones religiosas de las diferentes culturas y encontrado en la naturaleza, en el propio corazón y en los procesos de la historia. La Vida, en el tiempo y más allá de la muerte, la Paz de la Justicia, la Libertad de la diversidad, la Unidad de la familia humana, en un solo Mundo sin primero ni tercero, dentro de la ley suprema del Amor. Reconocemos que «estas cosas nuevas ya empiezan a suceder», porque «nuestra liberación está cada vez más próxima».

    Dios es «macroecuménico» en el sentido, de que Dios no es racista, no está ligado a ninguna etnia ni a ninguna cultura ni a ningún sexo. Dios no se da en exclusividad ni en privilegio a nadie. Ni siquiera es un Dios cristiano como en contra o distinto a hindú, judío, musulmán… Ni siquiera tiene un nombre, porque es el «Dios de todos los nombres». Ninguna fórmula, ningún credo, ningún conjunto de dogmas, ningún libro sagrado… lo expresan y mucho menos lo encierran en una formulación adecuada, completa, perfecta. El ecumenismo de Dios nos impide absolutizar mediaciones tales como nuestra propia Iglesia o religión.

    Nuestra tarea como cristianos no es otra que la que nos compete como personas. No tenemos una misión propia, específica, distinta, reservada. Nuestra vocación coincide con la vocación humana, porque nuestro sueño coincide con el sueño de Dios. «Vivir y luchar por la Causa de Jesús, por el Reino», es evidentemente, una misión macroecuménica. Porque el Reino es vida, verdad, justicia, paz, gracia, amor… entre todos los hombres y mujeres, entre todos los pueblos, y comunión de ellos y ellas con la naturaleza y con Dios. La misión de que nos sentimos investidas las personas cristianas es vivir y luchar por esta Utopía. Ante Dios, lo que importa no será ser cristiano, judío, musulmán, hindú o sintoísta… sino haber gastado la vida en pro de las Grandes Causas: “Hacer que una persona que no la tiene, recupere su dignidad”.

    Macroecuménico de Jesús: En el desarrollo de su misión Jesús descubre que la salvación que viene de Dios no es solo para el pueblo judío, sino para la humanidad entera (Mt 15,21-39). Jesús nos ayuda a superar nuestro exclusivismo; nos ofrece un camino gratuito de encuentro y diálogo para todos los hombres y mujeres, nos hace descubrir la verdad que está en los otros y en especial la verdad de los pobres; si el cristiano no muere, no gasta su vida en el servicio de los demás, no puede dar fruto.

    Macroecuménico de la Iglesia: La Iglesia es junto con otras iglesias y religiones «germen y principio» del Reino. El Reino es el Absoluto, es la Causa de Jesús. La Iglesia debe estar enteramente al servicio del Reino; en ese servicio debe gastarse y desgastarse, la Iglesia es un instrumento temporal para el Reino. Fuera de la Buena Noticia para los pobres… no hay verdadera Iglesia de Jesús. La verdadera religión de Dios es la historia universal de su Salvación que desbordan enteramente los límites «eclesiásticos» y aun los límites «cristianos», aunque tienen en ellos una realización específica. Todos los seres humanos están elevados al «orden de la salvación», y nadie está en inferioridad de condiciones salvíficas o de gracia; la Salvación se la apropian los seres humanos por la práctica del amor y la justicia, lo cual está al alcance de todos ellos. Desde el Reinocentrismo, la persona cristiana ya no puede mirar el mundo «eclesiásticamente», sino desde los parámetros del Reino y de la Salvación; lo más importante no es estar «bautizados» e incorporados a la Iglesia, sino convertirnos al Reino, para también convertirnos más y más a los pobres.

    Otros tiempos eran, los de la “reserva espiritual de Occidente”, que algunos quieren volver a restaurar, un molde en el que no caben ni el marxismo ni la dialéctica. Los nuevos movimientos conservadores, enarbolan la figura del Papa y la doctrina moral católica como alternativa social y política. Conocemos pocas experiencias de cultos comunes con otras religiones, exceptuando el acto ecuménico de oración por la unidad de los cristianos que se hace junto con las otras Iglesias cristianas. Y una Vigilia de Oración junto con la comunidad musulmana, por los inmigrantes fallecidos.

    Partimos de que la espiritualidad cristiana consiste en vivir la existencia humana en todas sus dimensiones (personal, familiar, profesional, económica, social, política, religiosa…) dejándose guiar en todo, como Jesús de Nazaret, por la acción del Espíritu Santo. Es el mismo Espíritu que impulsó o orientó toda la existencia de Jesús de Nazaret quien tiene que impulsar y orientar la existencia del cristiano transformándonos en Cristo, es decir, haciendo a Cristo viviente en nosotros. ¿Estamos la Iglesia y cada uno/a de nosotros/as, liberados/as de imponer cualquier yugo de superioridad, legalismo y ritualismo, egocentrismo y «eclesiocentrismo»? ¿Vamos por la vida como Jesús, humildes de corazón, es decir, dialogantes, abiertos, servidores, comprensivos y compasivos, amigos privilegiados de los pobres, solidarios de los empobrecidos del mundo obrero y del trabajo, tan sometido, hoy como ayer, al yugo de la explotación deshumanizadora?

  2. carlos alejos

    La TL y TR tienen que buscar su complemento o su relación reciproca. Dar forma a la espiritualidad que se vive en el continete es una manera de vivir una fe encarnada en la realidad. Gran misterio de amor hecho realidad: Nosotros buscamos a Dios cuando Dios nos encontro primero.
    Hermoso gesto de reconocer nuestros errores y pedir perdón, me uno a este aporte generoso. Simpatico aporte:” Nuestras Causas son las Grandes Causas de la Humanidad, Causas y
    Sueños de todos los pueblos, Causas y Sueño también de Dios”.
    Es cierto antonio solo desde abajo se continuara empujando la historia de alli la importancia de un constante evaluar ese caminar para fortalecerse mutuamente. Yo también estoy con la inquietud de ir concretizando experiencias ecumenicas aquí en el callao como lo hay en otras partes del país y seria interesante mantener los contactos entre nosotros desde esta experiencia y creo que al trabajar el actuar deberiamos definir en una linea de estas como el de compartir nuestros directorios y mantener cierta coordinacion desde este espacio y alli atrio juega un papel vital. Me parece adelantar cosas del actuar pero tu reflexion antonio me lleva a eso. Como nos da a entender gabriel en la humanidad nos integramos con Dios y él con nosotros.

  3. Gabriel Sánchez

    El ùnico matiz que marcaria, es que un verdadero macroecumenismo, no atentara contra el camino del encuentro entre Dios y un pueblo o cultura determinado…Que por lo tanto, alimentara ese camino-tradición-encuentro…no es descalificandolo, sino integrandonos desde un aporte propio, yo màs que decir que Dios no es exclusivo de ninguna religión lo harìa por la positiva, Dios ha revelado aspectos de si a cada ueblo desde su historia y cultura concretas…y ese camino-tradición son presencia de Dios(Dios es exclusivo para todos)…el sumar esas revelaciones, esas historias, esas vinculaciones entre Dios, una historia, una cultura y un pueblo-tradición, también sera un camino que haremos juntos, con Èl en medio.- Gabriel

  4. Antonio Olives Camps

    Ecumenismo y macroecumenismo.

    El ecumenismo nace con el Vaticano II, cuyo enfoque va encaminado, a conseguir la unidad de los cristianos, pero que al igual que muchas iniciativas de este Concilio, ha quedado el tema relentido y sin conseguir logros eficients.Unidad dificil de conseguir, por miedo a la perdida del poder y falta de interés, des de la cúpula eclesiástica.
    En pro de la unidad de los cristianos,sí, se trabaja des de pequeños grupos de base, con lo cual estoy seguro que los logros vendran des de la base y no, des de la cúpula. De ello tengo experiencia, a partir del dia de la oración para la unidad de los cristianos, hace tres años,en que convenimos, con unos amigos de la Iglesia ecangelica, que tenía demasiado sentido, encontrarnos una vez al año para dar la noticia en la prensa.
    He creido siempre que la oración es conveniente y eficaz, per si al la vez actuamos. La comparo como un bastón que ayuda a caminar, pero si cogemos un bastón y no movemos los pies, no llegaremos a ningún sitio. Igual nos pasa con ña oración.
    Des de aquel encuentro nos reunimos de tanto en tanto, comentando algún texto bíblco, que nos inicia a la oración y el diálogo.
    Los domingos normalmente participo de nuestras eucaristías, pero también y de tanto en tanto, comparto el culto con la comunidad de la Iglesia evangelica. En nuestras eucaristias se condagra, ellos no, pero esto para mi no es motivo de separación, si no de unión, ya que compartimos una misma fe, un mismo bautismo, y creemos en un mismoa Dios que es quien de verdad nos une.
    Ablar del macroecumenismo, es ablar de el diálogo, no solamente entre cristianos, si no, con cualquier religión del mundo, intentando sobre todo, descubrir las coincidencias que tenemos, y relativizar lo que nos separa, lo que debe repercutir, en un enriquesimiento espiritual mutuo. Se que hace tres años, que se formó un grupo, para el diálogo interreligioso, que se reunen una vez al mes, tratando temas de interés mutuo. Grupo al cual y, a partir de haber echo este curso, pienso intregrarme, la proxima temporada. Se que es un grupo formado por, miembros de la Iglesia evangelica y católica, religión hindú, musulmana, baha´í y budista.
    Me he planteado también, el echo de ser cristiano, un poco a la luz de las palabras de Hans Húng en su libro Ser Cristianos en que dice: “El cristianismo quiere amor, justicia, hallar sentido a la vida, ser bueno y hacer el bien a la humanidad…” Peró añade: ” ¿ No quieren también esto los no cristianos ?, Buena interpelación porque a menuno actuan mejor que nosotros, dándonos ejemplo.
    Hoy se dice que se escriben muchos libros sobre Jesús, y pienso que es bueno, demuestra que hay interés hacia su persona, además cada autor parte a partir de su experiencia.. Y es que cada cristiano, debemos dar nuestra respuesta personal. Para mi ser cristiano, significa tarbajar por el reini,, vivir o intentar vivir al estilo de Jesús, con sus actitudes, su libertad, su implicación en la justicia social, con todas sus consecuencias.

    Antonio Olives Camps

  5. COSEANO RICARDO

    ME OLVIDE ALGO QUE QUERIA DECIRLES, SE PODRIA CAMBIAR LA DENOMINACION DE MILITANTE POR LA DE DISCIPULO? CREO QUE REFLEJA MEJOR AL SEGUIDOR DE JESUS. GRACIAS

  6. COSEANO RICARDO

    Este capitulo 18 es interesante pues le da la mirada latinoamericana a un tema que Europa solo lo trata tibiamente, desde la jerarquia.Es evidente que Dios no puede hacer diferencias ya que el nos ha creado a todos,por lo tanto acepta
    toda forma de relacion con El. los latinoamericanos tenemos queabandonar la tradi-cion traida por los colonizadores, debemos descolonizarnos de Europa, compartir los misterios de la experiencia de los pueblos originarios, ricos en su relacion con Dios , con ritos ligados a la creacion.En la Argentina los Tbas del Chaco se alejaron del catolicismo pues dicen que este no respetasu cultura.
    Debemos cambiar las plegarias, algunos ritos , oraciones, formulas, canon, que nos separa nos divide desde la proclamacion de la exclusividad de la ssalvacion desde Jesus y del Dios de Jesus.CCreo que solamente asi podremos ver al hermano que alaba al Dios de todos segun su cultura y su experiencia de vida. Es importante el aporte de pensamientos liberadores como los de Boff, Casldaliga,Vigil, Jon Sobrino.Cmblin y el esfuerzo de Pikaza.
    Creo que Jesus no nos lego una exclusividad, sino que abrio al Padre a todos los hombres.
    Si bien se progreso respecto a la relacion con otras religiones estamos en el estadio de relacion y no el de compartir, falta mucho, solo se comparte en comunidades puntuales y solo en las bases.eL CRISTIANISMO NOS DA LA POSIBILIDAD DE ABRIRNOS AL MUNDO, ES ECUMENICO DESDE jESUS.En mi comunidad realizamos reuniones con con rabinos, musulmanes, y con una comunidad budista, es enriquesedora pero como dije anteriormente nos relacionamos. Me llego, no me acuerdo de donde que en un pais latinoamenricano, creo que mexico una comunidad realiza en forma conjunta celebraciones ecumenicas. Creo que cuando ablamos de Ecumenismo nos referimos a las grandes religiones reveladas, y con macroecumenismo se incluyen todas las manifestaciones desdes la experiencias de creer y alabar a Dios.

  7. Curso de Teología del Pluralismo Religioso » Blog Archive » 10. Aspectos bíblicos y jesuánicos

    […] Estamos recorriendo juntos un camino. Siguen agregándose compañeros de diferentes naciones y religiones. Cuando lleguemos a la mitad (capítulo 12) se cerrará la inscripción y la posibilidad de intervenir activamente. Hoy Xabier Pikaza nos presenta el Capítulo 10 del Curso TPR de José Mª Vigil. [Respuestas extensas al capítulo 10 por Carlos Alejos] […]