15. Todas las religiones son verdaderas.

8 Junio 2008 Xabier Pikaza

Ante este Capítulo 15  del Curso TPR no queda más postura que el decir: ¡toma y lee! He dedicado al tema un capítulo de mi libro Violencia y diálogo de religiones (Sal Terrae, Santander 2005), cuya traducción brasileña acaba de salir. Había pensado resumir aquí los argumentos que allí he desarrollado… pero he pensado que ellos no ayudarían demasiado a entender este capítulo de Vigil. Por eso he decidido incluir una cita más extensa de Andrés Torres Queiruga, en quien se basa, en gran parte, Vigil y que puede ayudarnos a entender mejor su propuesta.

Textos de Queiruga:

  1. (Todas las religiones son verdaderas) Reconocer que hay «verdad y santidad» en las demás religiones significa, directa e inmediatamente, que los hombres y mujeres que las practican se salvan en y por ellas, no a pesar de ellas. Lo cual, a su vez, supone un giro de 180 grados en la perspectiva, pues equivale a decir que Dios está revelándose y ejerciendo su salvación en todas y cada una de las religiones, sin que nunca ningún hombre o mujer hayan estado privados de la oferta de su presencia amorosa… Si Dios se revela a todos, entonces todas las religiones son reveladas y, por tanto, en esa misma medida, verdaderas. Conclusión que, de entrada, puede producir sorpresa y que acaso suscite en algunos una cierta reacción de rechazo. De hecho, no puede aceptarse desde los presupuestos anteriores y sería, por ejemplo, intolerable para un medieval. Sobre todo, porque el Medievo carecía de la conciencia viva y efectiva de la historicidad, tanto general como bíblica… Es decir, no se percibía de manera temática el hecho fundamental de que ser «verdadero» no implica ser «perfecto». Pero, una vez que se percibe, eso vale para las demás religiones lo mismo que para la Biblia. Las religiones, evidentemente, no son perfectas. Pero ello no impide a ninguna -igual que no se lo impide a la bíblica- ser verdadera en la medida precisa, pero real, en que logra captar, expresar y vivir la presencia viva, reveladora y salvadera, de Dios en ella. Parece una obviedad y casi una tautología que no dice nada; y, sin embargo, implica un cambio radical de actitud. Porque ahora, al comparar entre sí las religiones, ya no puede tratarse de una dialéctica entre lo verdadero y lo falso, entre lo bueno y lo malo, sino, en todo caso, entre lo verdadero y lo más verdadero, entre lo bueno y lo mejor. Todas las religiones son verdaderas, aunque no todas ellas lo sean en el mismo grado, como tampoco lo es cualquier elemento dentro de cada una de ellas.
  • 2. (Gratuidad y diálogo. De la inculturación a la inreligionación). Las «grandes» religiones lo son, justamente, porque han reconocido de manera expresa esta vocación universal. Ya en Israel, los profetas lucharon contra todo intento de apoderarse de la «elección» como de un bien particular… Cada religión tiene pleno derecho a considerar propio todo lo que las demás han descubierto: «su» verdad es «mi» verdad, como la mía es la suya, porque en realidad es la «verdad de Dios para todos». En definitiva, la verdad religiosa es siempre el reflejo de la plenitud de Dios en el espíritu del hombre, plenitud a la que por nuestra parte sólo puede responder la búsqueda conjunta, fraternal y compartida de todos, recogiendo los fragmentos de una verdad que, difractada en la finitud, está destinada a todos… Una consecuencia inmediata es la de un nuevo talante en el encuentro real de las religiones. Todavía quedan en el inconsciente colectivo fuertes restos de un estilo concurrente que, de manera espontánea, asume que acercarse a otra religión, significa sustituir con nuestra verdad la suya propia; en definitiva, anularla como tal religión «convirtiéndola» en la nuestra. El mismo tema de la inculturación, que supuso un indudable y enorme avance en muchos aspectos, suele partir de este supuesto: en última instancia, debemos respetar la cultura, pero sustituir la religión. Pero ya se ve que eso es todavía un resto del paradigma anterior. Si de verdad se acepta que esa religión es «verdadera», es decir, camino real de salvación, no tiene sentido suprimirla: equivaldría a borrar o anular una presencia real de Dios en el mundo. Resulta obvio que no puede tratarse de eso (y seguramente nadie pretende tal cosa): si se cree poder aportar algo a otra religión, sólo cabe pensar en conservarla enriqueciéndola… y de acoger en nuestra religión los elementos valiosos que nos llegan de otra, pero que remiten a la común Realidad Divina. Por eso he procurado hablar de inreligionación: igual que, en la «inculturación», una cultura asume riquezas de otras sin renunciar a ser ella misma, algo semejante sucede en el plano religioso…

(Estos texto están tomados del artículo Cristianismo y religiones, publicado en la revista Sal Terrae, número 997 (enero 1997) pp. 3-19. Edición digital en Servicios Koinonia.).

10 comentarios a “15. Todas las religiones son verdaderas.”, por orden inverso a la llegada (el último arriba)

  1. Eduardo Soto Bordoy

    Resumen de la aportación enviada por e-mail el 18 de junio.

    Aunque cada religión pretenda ser la verdadera, no significa que las demás sean falsas. Todas las religiones quieren contemplar al verdadero Dios, aunque poniendo el acento en aquello que en su cultura le es tradicional. También percibimos como Dios quiere contemplar su obra creadora y encontrarse con el ser humano. En el Evangelio, vemos como Jesús le dice a la gente: “Tu fe te ha salvado”; es su fe; la fe del centurión romano o la cananea, no era la fe judía, ni la fe de Jesús; era la suya.

    El “inclusivismo”, es una forma de pensar todavía mayoritaria, tanto en las personas como en las religiones, nos movemos por las convicciones y desde la verdad de cada uno. La fe religiosa sigue siendo la “tabla de salvación” a la que “agarrarse”, cuando nos agita aquello que es razonable. La persona y la religión tienen que ser un equilibrio entre razón y fe. La fe ilumina la razón y la razón purifica la fe.

    El diálogo con otras religiones tendría como centro, la verdadera espiritualidad, que es toda vida encarnada en los pobres y avalada por las buenas obras. Preocuparnos por lograr pan y bienestar exclusivamente para mí (primer mundo), es materialismo; preocuparme por lograr pan y bienestar para los demás, es espiritualidad
    «…Dar de comer al hambriento…» (Mt 25,34-36).
    «…Quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a su hermano, es un mentiroso» (1Jn 4,20).
    La defensa de los Derechos Humanos es una obligación de toda religión, que se equivoca cuando en su quehacer se separa del amor de Dios, y lo hace cuando se separa del amor al ser humano.

    En el diálogo con otras religiones, no podemos partir de que nosotros estamos en la verdad y ellos en el error, sino que tendríamos que partir de que nosotros tenemos una verdad cuyo modelo es Jesucristo y ellos tienen otra verdad cuyo modelo es (Abrahán, Confucio, Lao-Tse, Buda, Moisés, Mahoma…) La verdad se mide no por lo que dice la religión, sino por lo que hace, por el servicio desinteresado y gratuito que la religión y sus miembros prestan a la persona y a la humanidad.

    El Judaísmo contiene elementos procedentes de las antiguas religiones mesopotámicas, egipcias y madianitas (Jetró). Por su parte, el cristianismo asume del judaísmo todo el A.T., de la cultura griega asume su filosofía y del imperio romano, asume lo que es el derecho romano. Los discípulos de Jesús, al oírlo llamar a Dios Padre, lo consideran Hijo de Dios.

    Dejar de considerar a las religiones opositoras del catolicismo. Es necesaria la conversión a ese Dios que hace que sus hijos formen parte de distintas religiones, y que tenemos que ir aprendiendo a vivir en hermandad. La acción misionera es un acercamiento mutuo. Compartiendo y amando todo lo que nos une, como símbolo de la unidad de Dios. Respetando y amando todo lo que nos diferencia, como símbolo de la pluralidad de Dios. Dios es Uno, pero es también comunión de Personas, comunión de religiones.

    Decir que todas las religiones son verdaderas es reconocer lo que tiene de verdad y de santo cada religión, que no significan que sean perfectas, todas las religiones son santas y pecadoras a la vez. Las religiones son verdaderas y santas en la medida que manifiestan en ellas la revelación que Dios hace; si lo que anuncian es fuente de salvación, de liberación, de vida y construcción del ser humano. Dejan de ser religiones si no transmiten revelación de Dios; si lo que anuncian es fuente de condenación, de esclavitud, de muerte y destrucción del ser humano. Decimos que todas las religiones son verdaderas, porque todas buscan a Dios acompañando al ser humano, roto por la injusticia, para testimoniarle el Amor de Dios. Pero el amor que Dios quiere es hijo de la libertad que se realiza en la justicia. En el trinomio «libertad-amor-justicia» se juegan las religiones su ser religioso y espiritual: Ser para Dios, ser para su comunidad, ser para los empobrecidos.

    Todas las religiones son verdaderas, pero no iguales. De la misma manera que las personas, no todas las religiones, son capaces de transmitir con la misma o parecida claridad la revelación que reciben de Dios. Tampoco podemos comparar entre sí las religiones, en una dialéctica entre lo verdadero y lo falso, entre lo bueno y lo malo, sino, en todo caso, entre lo verdadero y lo más verdadero, entre lo bueno y lo mejor. No todas las religiones están al mismo nivel, como tampoco lo están cualquier elemento dentro de cada una de ellas. Por tanto, pluralismo asimétrico significa que no todas las religiones son iguales o equivalentes.

    Proselitismo, son acciones para la captación a una religión o grupo. El Apostolado tiene como fin ayudar a las personas que lo necesitan, respetando su dignidad y haciendo presente la bondad, la justicia y la solidaridad. El proselitismo es pecado si emplea medidas coactivas para captar, y si conscientemente manipulan las conciencias de sus fieles. El apostolado es un acto de solidaridad y de servicio, siempre que respete la libertad de la persona y sea un ofrecimiento gratuito que hace el apóstol a favor de los demás, gastando su propia vida junto con ellos. El apóstol solo busca ser testigo (mártir), el propagandista solo busca el éxito (triunfar).

    Cuando un cristiano recibe del hinduismo elementos religiosos que le ayudan y enriquecen en la vivencia de su relación con Dios, no necesita dejar el cristianismo, sino que incorpora estos elementos a su vivencia cristiana modificándolo y acomodándolo de forma adecuada. Se puede ser un cristiano hinduista, como un hinduista puede aceptar a Cristo captado desde su sensibilidad oriental, sin dejar de ser hinduista. Tenemos que estar abiertos a recibir las aportaciones y experiencias que nos pueden aportar otras religiones, a eso le llamamos «in religionación», en paralelo con «in culturación» (religiones en contacto con nuevas culturas). Vivir y conocer una religión sin conocer otras religiones es una vivencia incompleta de su propia religión; sólo conociendo otras religiones se llega a comprender y enriquecer mejor la propia. Vemos un ejemplo en Anthony de Mello (sj) en su manera particular de ver la religión y su acercamiento al budismo y al taoísmo, tiñeron de sabiduría oriental su formación cristiana.
    La «in religionación» es esa actitud integral que no sólo respeta la cultura del otro y asume como propio sus valores, sino también y de manera expresa, respeta su religión y asume como propio sus valores. Como san Pablo aclaró, con el judaísmo, no se trata de una sustitución sino de un “injerto. El vacío impersonal del budismo necesita la experiencia cristiana del Tú divino; el contenido profético-práctico de la tradición judeocristiana necesita la acentuación oriental de la contemplación y del actuar sin perseguir la eficacia.

    Son las comunidades cristianas al comparar los hechos de la vida con la Biblia, las que han originado la TL. La reflexión de los pobres fue sistematizada por los teólogos, que luego la devolvieron al pueblo, en forma de teología. Hoy una religión que sea insensible a la opción por los pobres, es una religión muerta porque el lugar del encuentro con Dios está con los pobres y en los pobres, los pobres son el rostro de Dios. Por tanto, las grandes religiones no son rivales, sino que se complementan, cada una en la evolución humana y su marcha hacia un destino común, la unidad mundial, la armonía, la paz universal y el desarrollo espiritual.

    «Todas las religiones son verdaderas…» pero no todas las religiones están al mismo nivel, ni dicen la misma verdad, ni de la misma manera. «El proselitismo es pecado…» si se emplean medidas coactivas para captar adeptos y conscientemente se manipulan las conciencias de éstos. Las sociedades laicas democráticas, vigilan el fenómeno de las sectas por este motivo y porque llegan a destruir a las personas.

    La parábola del “elefante y los ciegos”, nos enseña lo que es el relativismo, aunque una persona diga blanco y otra negro, ambas pueden equivocarse y tener razón al mismo tiempo. Nos enseña como la visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento y como los desconocedores de la verdad, sostienen sus creencias, que se parecen a las piezas de un puzle sin construir. No se trata de relativizar la verdad de cada religión, sino de creer que hay una Verdad más alta (Dios), jamás abarcable por nuestras verdades parciales. La Verdad siempre será infinitamente más compleja que cualquiera de los acercamientos del ser humano.

  2. carlos alejos

    A la verdad reflexionada no se le tira piedras y si es así es consecuencia de esa verdad. La espiritualidad es la fuente de donde todos bebemos para poder encontrarle sentido a nuestro actuar. Mirar las cosas desde fuera es bueno porque nos permite de alguna manera tener una vision más general. Un terremoto que mueva nuestras creencias es entrar en procesos evolutivos, procesos de cambio.

  3. Antonio Olives Camps

    Todas las religiones han sido exclusivistas. Sobre todo la católica que es la que me atañe.
    Este curso me remite con frecuencia, a recuerdos de mi infancia, y este capitulo me recuerda las campañas de los misioneros convirtiendo infieles, de las que me hablaban y que entonces me parecia noral, peró que hoy se que fue un aberración, actos de poder realizados por una Iglesia jerarquica segura de tener la verdad absoluta y sin miramientos de destruir otras culturas y religiones consideradas in feriores o malas, ignorando conciente o inconcientemente la regla o reglas de oro que tienen la mayoria de religiones en comun.
    Si nos basamos en estas reglas, ninguna religión tiene derecho a anular, absorber o imponer su religión sobre las demás de forma exclusivista, como si tuviera la verdad absoluta.
    Hoy gracias a Dios, los misioneros, no imponen sino que encarnan al Cristo resucitado entre los deseredados y excluidos por la sociedad capitalista.
    Testimonios como la Madre Teresa de Calcuta; admiro a Pedro Casaldáliga a Manolo Bonet amigo mio en Africa y tantos otros que han sido y son verdaderas semillas del Reino de Dios predicado por Jesús, esos sus seguidores lavando los pies de los exluidos, de los sin voz, de los por quien Dios está en ellos. ” Todo lo que haciais a estos más pequeños, me lo haciais a mi “.

    Antonio Olives Camps

  4. carlos alejos

    Como decia si hay verdad en todas las religiones estan pueden considerarse que tienen la salvacion tambien.
    Hay que reconocer que la vitalidad del fundamentalismo es por que detrás hay intereses muy fuertes y esta experiencia es una ayuda a sus fines.
    No hay mucho que inventar sobre esta experiencia de enriquecerse mutuamente, basta recoger toda la rica experiencia que ya existe y esta a la mano desde cada identidad.
    Bengonya que bueno que hayas encontrado lo de otro Dios es posible, hay mucho que aprender, a ver si otros hacen lo mismo.
    Gabriel interesante lo que compartes y me llamo la atención lo ultimo: Somos como rios o riachuelos que al final nos encontraremos en el mar, podria ser la figura de todas las religiones de encontrarnos en un solo mar. Ese mar es La vida, el amor, es Dios.
    Lo central es tener la capacidad de entenderse en lo que llamamos nuestra verdad, y saber que integrando lo que sabe cada uno hay una riqueza que ayudara al crecimiento colectivo, es decir a una sola humanidad..
    Es posible integrar miembros a nuestra religion pero con perpectiva abierta al ecumenismo o al pluralismo religioso, ese es el camino, y es un reto interno y externo.

  5. carlos alejos

    Partiendo que todas las religiones han sido exclusivistas reconozco que en mi fe y recibida de un sector de la iglesia católica si e sido y e sentido experiencias exclusivistas.
    Dar la vida por la fe en que se cree, eso me da que pensar cuando recuerdo a los grupos del medio oriente que dan la vida por lo que creen haciendo semejantes atrocidades y tal vez allí entran aquellas sectas religiosas donde por la fe no interesa la vida de la persona. Creo que el creer o tener fe tiene que estar fusionada al respeto a la vida humana. Por allí va la cosa al referirse a la fe y a la salvación.
    Es cierto el único que da garantía de la veracidad de todas las religiones es Dios y el amor que tiene que existir recíprocamente entre las mismas religiones como signo de amor, una sola humanidad en la que Dios puso su tienda.
    Todos somos llamados a la perfección y nadie esta libre del error que es humano. La verdad tiene un carácter más amplio y profundo.
    Estamos como llamados a crecer, por tanto siempre hay algo nuevo que incorporar en ese crecimiento y si en eso depende del otro entonces la complementariedad adquiere su sentido correspondiente.
    Seriamos ciegos y sordos no saber que de las demás religiones hay mucho que aprender.
    Un evangelio que no se entrelaza con la cultura no acierta en la evangelización, además ya no solo se relaciona sino como dice el papa Benedicto que Dios se hace cultura.
    La mejor manera de encontrar a Dios es encontrarnos entre todos.
    En la complementariedad religiosa hay mucha riqueza para vivenciar, eso nos indicara que cosas hay que cambiar en un proceso evolutivo asumido.
    No todos tenemos la verdad si es que nos mantenemos distanciados, ya que cada uno tiene algo verdadero que necesita cierta integridad que le daria un carácter mas verdadero a lo que posee.
    Es lo mas profundo de la vida y sobre todo de aquellos a la que se les niega la vida, la que nos ayudara a encontrar la verdad y solo la podemos hacer en colectivo y no separados, nos faltaria algo. En esa busqueda constante de una liberación colectiva donde nadie se quede atrás es un elemento vital en la busqueda de la verdad.
    Podriamos tener nuestra propia identidad religiosa y eso no quita que podamos enriquecer a partir de la otra religión y viceversa. Mutuamente esta la riqueza.

  6. Luis Troyano

    Abundando más respecto al comentario que ya he colgado quiero copiar aquí unas líneas del libro de Ken Wilber, “El espectro de la Conciencia”.

    Dice así:

    “Muchos fundamentalistas cristianos se horrorizan cuando se menciona el hecho de que todas las religiones son idénticas en su esencia esotérica, puesto que esto indica que el cristianismo no es el UNICO CAMINO y, por consiguiente, se esfuma el combustible de su “furor proselitista”, dejándoles –por así decirlo- sin pan pero con el cuchillo en la mano.”

    O “cogidos a la brocha y sin escalera…” (esto es mío).

    Tengo escrito que las religiones son falsas en su parte exotérica y verdaderas en la esotérica. Quiero matizar esto.
    Las religiones hunden sus raíces en la Verdad Universal, la Realidad Universal o la Mente Kósmica. Eso es lo que tienen de común y de autentico.
    Ocurre que la no-dualidad, característica de la Realidad ultima. Nosotros la objetivamos en la franja biosocial de forma dualista y limitada, de ahí la distorsión de la Realidad ultima.
    Es decir, a Jesús, que mora en la no-dualidad, nosotros nos lo explicamos con mitos y razonamientos. Esto es legitimo, normal. Y una religión que explica racionalmente, o dualmente a su maestro fundador, a pesar de la inevitable distorsión de las enseñanzas del maestro fundador, sigue siendo verdadera, aunque ya –relativamente verdadera-.

    Cuando una religión se hace -falsa del todo- es cuando ignora la fuente y crea dogmas sin sentido espiritual autentico.
    Entonces, en el mejor de los casos, solo sirve para apuntalar al ego, frente a su miedo a perder su identidad (identidad ficticia) frente al no-ser, o lo que es igual frente a la muerte. Le promete al ego que no morirá, porque puede alcanzar la vida eterna.

    Un creyente que admita la pluralidad religiosa, ha de ser consciente que se debe someter a un terremoto de sus creencias, y después de desechar lo que no le sirve, buscar con que llenar el hueco que ocupaban esas creencias.
    Esto es hacer crisis, y superarla, si se tiene suerte y se es capaz. Me parece muy loable el intento de Vigil, de hacer la reconversión de forma razonada y guiada.

    Repito: lo Universalmente autentico de las religiones es su vinculación con la no-dualidad, característica de la Mente Kósmica.
    Son los místicos de todas las religiones los que buscan la no-dualidad, los que buscan el vinculo con la autenticidad, con la Fuente.
    Los meros creyentes cristianos que se quedan con lo meramente exotérico de su religión, viven una pseudoespiritualdad. Aunque si profundizan en su misma tradición, pueden encontrar guía para su progreso espiritual.

    Y no digo más, que no quiero que me tiréis piedras…

  7. Luis Troyano

    “a) Qué es entonces la religión desde un punto de vista antropológico,
    o incluso antropológico-teológico. Porque cuando pensábamos que
    sólo había una religión verdadera, «traída» por Dios mismo a la tierra…
    no hacía falta preguntarse por la identidad antropológica de la religión.
    Pero cuando sabemos que todas las religiones, de todos los pueblos, son
    búsqueda de Dios y participan de la verdad, la cuestión se replantea: cómo
    conceptuar antropológicamente lo que es el proceso vital histórico de una
    religión, y cómo interpretarlo teológicamente, pero desde una perspectiva
    no exclusivista ni inclusivista.”

    ———————–

    Humildemente quiero dar mi visión al respecto del pluralismo religioso, algo relacionado con lo copiado arriba.

    Creo que para ser pluralista religioso, lo mejor e incluso lo necesario es estar fuera de cualquier religión.
    Entonces veríamos desde una óptica mas amplia, las verdades relativas y limitadas de las religiones.
    Si todas las religiones se proclaman como las verdaderas, y esto es tan solo relativamente verdad. Desde cualquier religión, no podremos ser pluralistas, sencillamente porque habría que “volver del revés” cualquier religión “verdadera”, para hacerla compatible con el pluralismo religioso.
    Es decir: si somos pluralistas, somos heterodoxos. No somos creyentes convencionales.
    El pluralista, -creo- tiene un nivel de conciencia más amplio que tiene el creyente. El agujero por el que mira al mundo es de más diámetro.
    No se puede estar “en misa y repicando”. Si somos pluralistas, repito, somos heterodoxos, y entonces podremos tomar del acervo de todas las religiones lo que desde nuestro libre criterio consideremos mejor para nosotros.
    No soy exclusivamente budista, pero creo que el budismo si es pluralista. Porque no está basado en creencias. Está basado en facilitar pautas para un proceso espiritual que nos transforme a mejor.
    Un cristiano,musulman, judio ortodoxo, etcétera. Pueden ser budistas sin renunciar a sus creencias. Ese es el pluralismo.
    Si el catolicismo se hiciese pluralista, ya no seria el catolicismo que conocemos, porque su estructura religiosa se debería someter a tal terremoto, que no quedaría en pie, más que el referente: Jesús.

    Antropologicamente, lo nuestro es la espiritualidad. Las religiones son constructos socioculturales, la mayor parte de las veces, a partir de las enseñanzas de un maestro realizado.

    Quedemonos con el maestro… y construyamos teniendo en cuenta a todos los maestros…

  8. Gabriel Sánchez

    . Relato de la Caacupeña

    El relato de la caacupeña se compone de varios fragmentos: leyendas, milagros e historietas que se sitúan en la época de las primeras reducciones franciscanas (1580-1600); preceden a un historial documentado sobre edificaciones y traslados de santuario de la imagen. A esta composición, Mons. Acha la denomina “construcción mítico-literario”1. Al tratarse de una construcción, debe haber una intención detrás. Aquí queremos investigar el posible fondo mitológico de esta leyenda cristiana, para descubrir un intento de inculturación del Evangelio. El relato, sencillo, se compone de cinco diferentes fragmentos:

    1. Comienza con el hecho de persecución de un guaraní, de la doctrina cristiana franciscana, tobateño2, por los mbayáes, pueblo enemigo del Chaco. El perseguido se refugia detrás de un árbol y promete a la Inmaculada tallarle una imagen si ella le salvara del peligro. Al quedarse salvo, cumple su promesa, pero en vez de una, confecciona dos estatuas: una grande para la parroquia de Tobatí (1,15 m) y otra, más pequeña (40 cm), para su casa.

    2. Las aguas de una inmensa inundación de un lago son apaciguadas por el conjuro del franciscano fray Luis Bolaños. Un guaraní de nombre José, de la Doctrina Franciscana de Atyrá 3 encuentra flotando un cofre y dentro, intacta, la pequeña imagen de la Inmaculada. Con permiso de los franciscanos la lleva a su casa.

    3. José, carpintero de profesión, en busca de madera para su trabajo, descubre un lugar hermoso al que denomina ka’aguy cupé (detrás del monte). Decide trasladarse hacia allí con su familia, llevando consigo la virgencita. Le construye una ermita en el nuevo lugar.

    4. Después de su muerte, un pariente lleva a la viuda y su hijo, junto con la Virgencita, a Tobatí. En la iglesia se coloca la pequeña imagen al lado de la grande, su “hermana”.

    5. Después de un siglo de silencio, otro descendiente de José lleva a la pequeña imagen de vuelta a ka’aguy kupé. Allí una señora, de nombre Juana Curtido de Gracia, le erige un primer oratorio.

    Llama la atención que en esa construcción mítico-literario no hay ninguna aparición (visión), ningún mensaje (audición), ningún envío (misión), tan característicos para aquella época. Hay dos milagros silenciosos de protección y salvación entorno a la Inmaculada. Primero ella salva a un indio perseguido, después otro indio salva a su imagen de las aguas. Descubrimos una reciprocidad, valor fundamental de la cultura guaraní.

    A la vez, la construcción literaria refleja una historia de emigración4: Tobatí –lago – Atyrá - ka’aguy kupé - Tobatí - ka’aguykupé. Estos frecuentes traslados recuerdan la historia de migraciones forzosas de los tobateños, paradigma del destino de los pueblos guaraníes en aquella época. Por otra parte, las migraciones también son algo constitutivo en la cultura guaraní: se ponen en camino para buscar la Tierra sin Mal. Es una creencia mítica que primeramente fue interpretada como búsqueda de una mejor tierra para la convivencia y producción a fin de poder vivir en plenitud la reciprocidad. Sin embargo, con el acontecimiento de la “conquista”, el sueño de una “Tierra sin Mal” había recobrado una dimensión más escatológica.

    Parece que el relato de la imagen caacupeña incluye este componente mítico indígena.

    Tal vez con los años, descubramos, que somos ríos cuyas fuentes antiguas…son plurales,multicolores, de lenguajes antiguos (el del viento, el de las aguas, el de los pajaros)…y como dice (Ecl.Qo 1,10-14)Todo lo que es ya fué.- Gabriel

  9. Begonya Esteve

    Debe ser deformación profesional, pero no puedo dejar de compararlo con la medicina. Una muy ligada al poder economico que es muy exclusivista, otras lo son desde el lado opuesto, llamadas alternativas, mientras otros intentan una medicina complementaria (pluralismo?). Las dos primeras no necesitan más conocimiento que el propio, mientras que para enriquecerse de la pluralidad hay que conocerla.
    En una de las primeras lecciones alguien habló de “otro Dios es posible” GRACIAS, me he tragado ya casi todos los capitulos , me encanta, me ayuda y …algo se va cociendo.
    Un saludo
    Bego

  10. h.cadarso

    Leyendo las citas de Raimundo Lulio y de Ibn Arabi y lo del elefante, y lo de “baba”, creo que tengo derecho de llegar a la conclusión de que el pluralismo religioso es algo que ya sintieron y profesaron en siglos pasados hombres clarividentes de todas las religiones, y no solo individuos excepcionales, sino colectivos humanos . Insisto en apuntar a esta visión pluralista de lo religioso a nuestro rey Alfonso X y sus escuelas de Toledo, y a toda la intelectualidad española de Al Andalus, que por otra parte se hacía eco de una corriente deísta y agnóstica muy extendida en el universo musulmán; y aquí apunto también a don Quijote y Sancho, y a su padre literario Cervantes.
    Frente a esta visión “en abierto” de la religión prevalecían en el Islam y en la Europa cristiana por igual tendencias opresoras y fundamentalistas, producto de la comunión de intereses entre el poder religioso y el político: por ejemplo las Cruzadas, por ejemplo la Reconquista, por ejemplo la Inquisición, por ejemplo la expulsión de los moriscos. Pero esta visión en abierto de la religión ha sobrevivido a lo largo de los siglos. De acuerdo, la Biblia y el judaísmo asumen y asimilan tradiciones y elementos de las religiones del entorno, y hoy mismo nosotros asumimos valores del marxismo, del hinduísmo, del budismo, del ateísmo, intentando integrarlos y purificar con ellos nuestra propia conciencia religiosa. Pero no hemos inventado nada, somos herederos de una línea de fe y de filosofía que nos viene de Raimundo Lulio, de los sabios de la Córdoba musulmana, de Gandhi…de ibn Arabi de Murcia. Y necesitamos desprendernos de resabios nacionalcatólicos, inquisitoriales, de la pretendida alianza del trono y el altar…
    Indudablemente, la recuperación de esas corrientes largo tiempo perseguidas y ocultadas por los poderes eclesiásticos es algo nuevo, y muy saludable. Y no deja de sorprendernos. Es una deuda de gratitud que tenemos con todos los que han empujado el ecumenismo hacia adelante.

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