11. Aspectos eclesiológicos del pluralismo religioso

3 Mayo 2008 Xabier Pikaza

Éste no es un resumen del trascendental Capítulo 11 del Curso de TPR de José Mª Vigil, cuya lectura nadie puede perderse, sino una descripción del marco histórico del constantinismo que nos ofrece Xabier, para entender mejor el texto de José María.

¿Tendremos que recordar que los capítulos se abren “pinchando” el enlace en azul al mismo y que ésta es la última semana para inscribirse y poder participar en el curso? Durante el mes de Abril este Curso de TPR ha recibido 6.354 visitas únicas que han leído 15.000 páginas en total. Son muchos los inscritos pero más aún los que nos visitan ocasionalmente.

Éste me parece el capítulo central del curso de J. M. Vigil, de manera que todo intento de cambiarlo o retocarlo puede resultar perjudicial, porque distrae a los lectores. Prefiero dejarlo como está, con gran capacidad de choque. Por eso, quienes quieran entrar de lleno en el tema, pasen al texto. Pero, dicho eso, me atrevo a señalar que el proceso de transformación eclesial comenzó antes del siglo IV (constantinismo) y tiene tres rasgos principales, que he destacado en otros lugares, como en mi libro sobre Historia y futuro de los papas,  Trotta, Madrid 2005. Son los siguientes:  

1. Herencia de Israel. Vuelta a un  judaísmo sacerdotal. A partir del año 200, la iglesia   ha sufrido una re-sacralización judía y una jerarquización helenista.

  • 1. La re-sacralización judía se expresa por la aceptación de algunos aspectos sacarles del sacerdocio y del culto del Antiguo Testamento. En esa línea, la iglesia acabó siendo más israelita que el judaísmo rabínico, que había rechazado las estructuras sacerdotales y sacrificiales del viejo Israel para centrarse en el culto de la ley, desde las sinagogas.
  • 2. Como representante de una teocracia judía podemos citar a Flavio Josefo, que dice: «Nuestro legislador no atendió a ninguna de estas formas de gobierno, sino que dio a luz el Estado teocrático, como se le podría llamar…, que consiste en atribuir a Dios la autoridad y el poder… ¿Qué ley podría ser más hermosa y más justa que la que atribuye a Dios el gobierno de todo, la que encomienda a los sacerdotes administrar los asuntos más importantes en interés público y que confía al Sumo Sacerdote, a su vez, la dirección de los demás sacerdotes… Los sacerdotes quedaron encargados de vigilar a todos, de dirimir las controversias y de castigar a los condenados… La legislación de Moisés prescribe un único templo para un único Dios… Los sacerdotes han de servirle continuamente (a Dios). A estos los ha de presidir siempre quien les precede por su linaje» (Contra Apión, XVI, 165; XXI, 185-187; XXIII, 192-194).
  • 3. Los judíos rabínicos no aceptaron esa visión. Por el contrario, los cristianos, más partidarios de un Papa fuerte, han aplicado casi literalmente ese esquema, en un proceso que culminó en la reforma gregoriana (siglo XI) y que ha llegado hasta la actualidad, diciendo que Dios ha concedido al Papa el poder supremo de Sumo Sacerdote, conforme a una visión jerárquica y sacrificial, es decir, teocrática, de la sociedad.

2. Cultura helenista. Visión místico-jerárquica de la realidad. El cristianismo recibió desde el siglo II d. C. un fuerte influjo helenista que se expresa en tres rasgos importantes para entender el papado.

  • 1. Exigencia de racionalidad. Ciertamente, los cristianos veneran el evangelio como misterio. Pero ellos tienden a entenderlo, de un modo helenista, como «verdad», en un esfuerzo por definir la “ortodoxia” o fe recta, en concilios y declaraciones magisteriales, que marcarán de un modo fuerte su historia posterior. Esto es algo que el judaísmo, más vinculado a la ortopraxia, nunca ha destacado.
  • 2. Sacralidad jerárquíca. La cultura griega (platónica) ha entendido el cosmos como jerarquía, de manera que los seres van descendiendo progresivamente, desde lo más alto, el Bien supremo o Dios, hasta lo más bajo, pasando por los órdenes angélicos y humanos (como ha destacado Dionisio Areopagita), de manera que Dios aparece como cumbre de una gran pirámide de poderes, más que como impulso vital interno y trascendente, en línea de infinito, partiendo de los pobres.
  • 3. Orden ministerial. El judaísmo rabínico abandonó la estructura teocrática (presidida por sacerdotes), para instituir un gobierno colegiado de ancianos y rabinos, intérpretes de la Ley, sin establecer diferencias religiosas en función de los ministerios. Pero los cristianos apelarán pronto a una visión jerárquica del gobierno, de manera que los dirigentes (en la línea de los sabios de la República de Platón) aparecerán como un orden superior de humanidad, en contra de la experiencia de Jesús. De esa forma, los obispos (y de un modo especial el Papa) han podido presentarse como portadores de una identidad y autoridad sagrada, por encima del resto de los fieles.

3. Orden romano. Estructura imperial. Los cristianos se enfrentaron con Roma durante casi tres siglos. Pero al final, tras el edicto de tolerancia de Constantino (313), los responsables de la administración cristiana (los obispos de la iglesia antes perseguida) acabaron siendo semejantes a los prefectos o vicarios de las diócesis civiles en las que se había dividido el imperio, de manera que introdujeron en la iglesia el ideal más racionalizado y jerárquico de la administración civil. En ese proceso apelaron a Pedro, al que tomaron como primer Obispo de Roma y al que concibieron como un Emperador eclesiástico. El testimonio más claro y antiguo de la relación entre jerarquía cristiana y orden romano lo ofrece la Carta de Clemente,  que concibe ya a la iglesia según el modelo jerárquico del imperio.   «Así, pues, hermanos, marchemos como soldados, con toda constancia, obedeciendo sus inmaculados mandatos (=mandatos de Dios). Reflexionemos sobre los que militan bajo nuestros jefes (=de Roma): ¡qué disciplinada, que dócil, qué obedientemente cumplen las órdenes! Todos no son prefectos, ni tribunos, ni centuriones, ni comandantes de cincuentena y así sucesivamente, sino que cada uno en su propio orden cumple lo ordenado por el emperador y por los jefes…» (1 Clem 37, 1-3). La iglesia es una milicia, un ejército sacral y militar como el de Roma. Esta comparación puede ser afortunada en un plano social, pero es contraria al evangelio de Jesús, que ha puesto a los excluidos del sistema en el centro del Reino.

35 comentarios a “11. Aspectos eclesiológicos del pluralismo religioso”, por orden inverso a la llegada (el último arriba)

  1. carlos alejos

    Cambiar es un don que Dios nos da. No querer hacerlo es entrar en una paralisis humana. Ante jerarquias que no viven en plenitud el evangelio a nosotros nos toca continuar el trabajo a realizar y sobre todo no dejarse detener en el camino.
    Se puede pensar distinto y hay libertad para hacerlo, pero si ese pensamiento quiere o aplasta la vida, no creo que debamos ser indiferentes y no actuar.
    Si tubieramos la vision de Dios como madre, esos hijos tendran que ver que todos en la humanidad somos hermanos de una misma madre y un mismo padre, un mismo Dios.

  2. Eduardo Soto Bordoy

    Resumen de la aportación enviada por e-mail el 10 de mayo.

    El antiguo catecismo se nos decía que Jesucristo fundó en la tierra una sociedad visible, que se llamaba Iglesia Católica. Si todos podemos cambiar, la Iglesia también pueda cambiar, y puede cambiar en todo aquello que no es de origen, de nacimiento, que no viene de Dios, sino que ha ido añadiéndose a causa de circunstancias o situaciones que posteriormente no se han sabido o podido desprenderse de ellas y se ha ido acumulando y hoy resulta ser un lastre que oscurece y oculta el Reino de Dios. Si la humanidad es una y a la vez diversa, y Dios está presente (encarnado) en esa humanidad y en especial en los que sufren, lo está también en todas y cada una de sus múltiples y variadas manifestaciones, culturas, religiones. Otra cosa es como cada ser humano, cada religión en su cultura y circunstancias concreta percibe y manifiesta todo esto, lo niega o le es indiferente. En este sentido, la Iglesia debe estar en diálogo con todas estas culturas, religiones y manifestaciones.

    La Iglesia como institución humana y nosotros como seres humanos, caemos en las tentaciones que Jesús rechaza, el poder, el dinero y el prestigio. De todo ello es necesario desprenderse para ser fiel al Evangelio. Una estructura jerarquizada, que no está entregada a los débiles, es contraria al espíritu de servicio y de comunión en la que todos debemos ser iguales y en donde no debe existir discriminación.

    Hay que superar las tendencias que todavía persisten de dominar y sancionar a quienes no piensen como nosotros, la tentación de querer hacer a todos de nuestra misma “cuerda”, creo que todo eso es contrario al Evangelio, Jesús no anatemiza al que también hacía milagros y no era del grupo de discípulos.

    La propuesta de Congar, es una idea plausible que de la misma manera que se está desarrollando en el ecumenismo, se puede aplicar en el diálogo interreligioso, aunque se trata de una vía lenta pero necesaria. Que debe ir acompañada del encuentro integrador en la realidad cotidiana, construyendo una cultura común, una cultura laica, en la que todos tengamos nuestro espacio y donde todos nos respetemos.

    Dios se hace y está presente en todas las religiones y culturas. En ese contexto el pueblo guaraní ¿añoraba o por el contrario ya estaban viviendo su “Reino de Dios”? La actitud cristiana, siguiendo el ejemplo de Jesús, es la de integrarse y encarnarse en esa comunidad indígena y hacer comunión con ellos.

    Al comparar las tres definiciones, una definición, debe de llevar a la otra, sino no, no se es auténtico cristiano, la práctica de los sacramentos debe llevar a ser discípulo de Jesús y ser discípulo de Jesús, no puede ni debe ser otra cosa que vivir y luchar por la Causa de Jesús.

    El Reinocentrismo es la esencia del cristianismo, la misión del cristiano. Nuestra espiritualidad no en una teoría teológica, sino la práctica misma del Jesús histórico. La utopía que todos los pueblos han venido soñando y que el mismo Dios propone a la humanidad en la carne servidora, crucificada y gloriosa de Jesús. Una utopía de un mundo plenamente reconciliado que se anticipa, se prepara y tiene comienzo ya en la historia mediante el compromiso de los hombres, mujeres y varones de buena voluntad. «Sólo el Reino es absoluto. Todo lo demás es relativo»

    Dios quiere que seamos sus manos en la construcción del Reino. Reino, que debemos de hacer realidad en este mundo, en la fraternidad universal de todos los seres humanos, donde reine la justicia social, el bien común y la paz.

    Es la tendencia de una posición eclesiocéntrica, que excluye como hermanos a los hijos de Dios, que son de distinta madre (distinta religión), solo aceptan como hermanos a los hijos que son de la misma madre (la misma religión). Como se puede comprobar no se puede sostener teológicamente, es la actitud del hijo mayor en la parábola del Padre misericordioso con el hijo pródigo. La advertencia de la jerarquía es consecuencia del “purismo” de los grupos de presión que dominan el catolicismo.

  3. carlos alejos

    Reino concreto en la humanidad. El Reino va más allá que toda estructura creada. El Reino también tiene una dimensión de vida integral.
    En el corazón están los sentimientos que marcan nuestro caminar. También es importante no quedarse en los sentimientos sino tener en cuenta la convicción de lo que creemos. Dos dimensiones entrelazadas.
    Me uno a la expresión con amor: TETE Malkutat para todos.
    Haber miremos nuestra fe si es que necesitamos un retiro espiritual, creo que lo vamos a necesitar como un espacio que fortalezca más todo lo que vamos descubriendo en este taller y como lo vamos a seguir aplicando en la cotidianidad de nuestra vida y compromiso con ese Reino. Es una gran aventura de vida la que hemos empezado juntos y que continuaremos siempre.
    Miremos el Reino como lo miraba Jesús desde la vida de los que no eran considerados en la sociedad, si la sociedad los excluía, démosle el Reino que va más allá.
    Aunque el concilio haya abierto puertas o caminos hay que esforzarse por mantener ese ardor ya que otros lo que desean es apagarlo o que pase a la historia y si se puede al olvido. Ese no es el caso nuestro. Desde el rostro de las personas visualicemos el Reino, contemplemos el amor concreto de Dios encarnado en la humanidad.
    Creo que la dinámica del taller esta en parte del desarrollo del cuestionario así como el de dar nuestros aportes y leer los comentarios, es una manera de compartir las experiencias de acuerdo a lo que sabemos y lo que asumimos, también la importancia de reflexionar como grupo u organización así como de forma personal. Hay mucha riqueza en cada aporte, es una manera de entendernos, crecer juntos en perspectiva pluralista.
    Lo profundo y vital de una religión es su espiritualidad, es la que nos da sentido al caminar trazado, es el soplo de vida que llena los vacíos y da forma a lo que queramos estructurar. El espíritu es capaz de transformar todo e allí lo fundamental para ir a lo más profundo y evitar quedarse en lo superficial.
    Relacionemos el Reino a la vida plena y creo que desde allí podremos vislumbrar todo con claridad.

  4. Fina Blàzquez

    MAITE

    Con todo mi respeto y cariño, me atrevo a decirte..
    pero.. ¿y si tuvieran también razón para DIOS
    -que es inteligencia infinita-, éstos que a ti.. no te gustan en absoluto.

    ¿Puedes imaginar que LOS FARISEOS creerían nunca que ellos eran sancionables?

    ¿No será que en el Puzzle de la vida, están todas las fichas… para armonizarlas en su sitio. Sin romper ninguna?
    Y que la muerte nos divide -sin que verdaderamente exista- solamente en vidas dimensionalmente diferentes?

    Encarados “vivos y muertos” aunque todos vivos, ¿qué Realidad veremos, y que veremos en realidad?

    Un cordial saludo

    Fina Blàzquez

  5. Maite Lesmes

    Se pregunta JM Vigil qué era para Jesús RD, lo más importante para él (p. 130 del libro).

    Tras decir que Jesús no lo explica sistemáticamente, Vigil dice: ” RD no es un concepto que él haya creado, sino un CONCEPTO QUE ESTABA YA EN EL AMBIENTE, proveniente del tiempo de los profetas. Todos sus contemporáneos hablaban del RD. Lo que Jesús hace … es desmarcarse de la compresnión que de él tenían los fariseos, celotes, esenios..” (mayúsculas son mías).

    Esta precisión refuerza mi intuición de que podemos y debemos encontrar una expresión que sustituya a Reino, reinado, aunque sea con un rodeo, como se ha sugerido.

  6. Maite Lesmes

    Rodrigo Olvera: Por favor, “soberanía” no, lo que me faltaba¡¡¡ Vivo en Guipúzcoa y expresiones como la “soberanía del pueblo vasco”, en clave nacionalista, me retumba de modo muy disonante…¡

    Acabo de leer el post de hoy de la parte central de Atrio, de Cervera, creo es, y vale en parte como explicación asequible de cómo habría que entender el reinado de Dios.
    Un saludo.

  7. Luis Troyano

    MI GIRO COPERNICANO

    Un hombre de hoy, que sea creyente cristiano, tiene delante de si una encrucijada complicada.

    En concreto, lo que más conozco, el catolicismo. A pesar de los teólogos más avanzados, y del Concilio Vaticano II. La realidad es que sigue “el aparato” prácticamente intacto desde la Edad Media. (ministerios, organización, estructuras, derecho, teología, liturgia, clericalismo).

    En política, cuando se plantea abolir o regenerar el sistema imperante, a eso se le llama revolución.

    La estructura religiosa cristiana, si quiere servir al hombre de hoy, necesita una revolución, tan tan profunda, que no quedaría en pie, más que la fe en Dios y Jesús, como referente de hombre-Dios. O sea, un terremoto que deje la religión derruida y en pie, nada mas que lo esencialmente valido.

    Yo me pregunto: ¿Qué necesidad hay de sentirse “dentro” de Iglesia alguna?. El creyente cristiano, psicológicamente necesita de una estructura quimérica y mental, que apuntale su ego frente al mundo, y que le de “garantías” de que ese ego, no desaparece con la muerte. Ese es el fuerte de la religión, y es lo que hace, que el creyente necesite sentirse “dentro”.

    Es más acertado, en lugar de tener una muleta (religión) que podamos aceptar, el transitar por la vida sin muleta alguna.

    Con una practica mística que nos transforme, nos fortalecemos tanto que no necesitamos de muletas religiosas. Nos fortalecemos trascendiendo el ego, y librándonos por tanto de sus miedos quiméricos.

    La practica mística puede darse a partir en principio, de cualquier religión, o desde el laicismo. La revolución en el cristianismo, la planteo como el giro copernicano poe excelencia, a saber. Lo que veo muy muy importante, es que el creyente, cambie en su manera de enfocar la espiritualidad. Que no busque reforzar su ego con la religión, sino trascender ese ego con la espiritualidad. Y esto lo podrá hacer desde “dentro” de la religión, si quiere. Pero entonces los dogmas sacramentos etc. Los relativizará, porque su énfasis lo pone en transformarse, repito, en trascender su ego, no en apuntalarlo.

    Intentar “parir” un nuevo credo para el cristiano, no cambia nada. Si ese nuevo credo no está dirigido a la transformación espiritual. Si lo que ofreciera ese nuevo credo fuese simplemente seguridades para el ego. Tendríamos “más de lo mismo”.

    Para mi, lo único valido del cristianismo es la fe en Dios y Jesús como referente espiritual. También los místicos cristianos, aunque creo que han sido más místicos que cristianos. A partir de ahí, podríamos empezar a construir . “Pasando olímpicamente” de las Iglesias. Para que las necesitamos…

  8. juan luis herrero del pozo

    Siento, Rodrigo, que me malinterpretes (en la lección 11). No he dicho que es obligado (pre-supuesto) saber lo que viene después enb el libro…Sólo era una invitación a ser cautos en las reacciones no fuera que después se sintiera alguien “desautorizado” por las lecciones siguientes, concretamente por la que ha sido colgada hoy, la 12 que cuestiona seriamente la divinización dde Jesús y su corolario la Trinidad.
    En cualquier caso, no tiene por qué molestarte el que yo como tú hagamos los comentarios que creeamos oportunos ¿no? Cordialmente

  9. Rodrigo Olvera

    Antes que nada, lamento no tener tiempo para ir siguiendo adecuadamente las lecturas del libro de Vigil.

    Si quiero decir con honestidad que me va causando molestia la insistencia de Juan Luis de decir que debemos entender las lecturas propuestas cada capítulo a la luz de lo que viene después en el libro. Pareciera entonces que es un pre-requisito para este taller el haber leído previamente todo el libro. Un poco de respeto por el proceso propio de quienes nos acercamos por primera vez a su lectura.

    Sobre el comentario de Maite respecto de la basilea y su traducción como Reino. Yo no soy hermeneutico ni teólogo; pero a mí me ha servido la expresión “soberanía”. Creo que mantiene una fidelidad lingüística al término; y es más cercana a nuestras realidades (al menos, desde nuestra defensa de la soberanía popular republicana, en contra del dominio de los grupos empresariales trasnacionales)

    saludos

  10. Gabriel Sánchez

    Querido Hermanito, habemos muchos en la Iglesia, que creemos que a pesar (de como dice Pagola) nuestro barro…El Espíritu actua y suscita…y entiendo que yo en tanto Iglesia…intentamos, con nuestras limitaciones ser servidores del Reino.- Gabriel

  11. h.cadarso

    Hay un punto que ya ha comentado alguno en el que se sugiere que el verdadero estilo de iglesia de hoy se encarna en las comunidades de base y no sé qué más…Bueno, yo creo que no hay fórmula concreta, hay un estilo nuevo de ser cristiano; y me preocupa no echar el vino nuevo en odres viejos, es decir, me pregunto cuántas cosas, cuántos gestos rituales, cuántas prácticas religiosas debo tirar por la borda porque representan o perpetúan la cristiandad que se opone al reino de Dios…¿Qué hago yo en un templo rico en oro y arte y grandiosidad, se puede encontrar a Dios en un lugar así? Y no tendré que decirles a mis amigos curas que se dejen de monsergas y se pongan al nivel de cualquier ciudadano, y que dejen a las mujeres presidir las asambleas cristianas…qué sé yo cuántas cosas más?
    Y ahora me digo que ese empeño del Papa y otros políticos por mantener a toda costa la identidad entre Europa y el Cristianismo es justamente el empeño en seguir negando el evangelio y manteniendo el Imperio Romano bajo el Romano Pontífice, Inquisición incluída…¿Cómo se puede apropiar el mensaje de una religión sin fronteras y sin distinción de razas el continente que ha tiranizado y espoliado a los otros continentes?
    Y vuelvo a otro tema que ya he tocado en otraas ocasiones: las religiones no son el punto de encuentro de los que intentamos luchar por el Reino de Dios; el encuentro se produce en la acción, y en la acción no importa la religión ni el ateísmo del que actúa…sino la eficacia, la generosidad, la disponibilidad, la entrega. El diálogo interreligioso, ya lo ha dicho Vigil, es un medio más para trabajar por el Reino, para sumar fuerzas y superar dificultades y desavencncias que nos frenan. Me encanta saludar a un amigo musulmán con su “Salá manecum”, o como se diga, porque sé que con ello él se siente más cerca de mí, y que su Dios es el mío. Pero me encanta sobre todo ponerme de acuerdo con él para hacer avanzar el Reino.
    Iba a decir, amigos, que “olvidémonos de pluralismos religiosos, de diálogos y de músicas celestiales, y arrimemos el hombro a la construcción del Reino de Dios, de la utopía, de la sociedad sin clases, del mundo sin fronteras, de un sistema de consumo y de producción más ecológico, de un mundo sin mundos primeros y terceros, y a la rápida solución de las angustias de Myan Mar, y a todas las causas justas, urgentes, y a todos los opprimidos de la tierra.

  12. juan luis herrero del pozo

    ¿Hay que hablar de Distinción o de OPOSICIÓN entre Iglesia y Reino…en orden a plantear correctamente un sano pluralismo religioso? O dicho con otras palabras, la Iglesia en cuanto Institución Eclesial ¿no es para los católicos el mayor obstáculo para el Proyecto (Reino) de Dios en cuanto al pluralismo religioso? (Me sitúo en el ámbito de la doctrina reconociendo que la praxis es aún más importante).
    Respondo afirmativamente a mi pregunta coincidiendo con la tesis real de JM Vigil en esta lección y en el resto del libro, si no me equivoco.
    Afirmar a estas alturas la distinción entre Iglesia y Reino es una obviedad. Distinguir el Reino de una Iglesia contaminada desde Constantino por el poder es también una obviedad y no es el tema central de la lección de Vigil. Explicitando en un haz denso las afirmaciones de éste podríamos decir:

    Salvo los contenidos del ideal de vida de Jesús a los que la Iglesia no ha renunciado teóricamente, todos los elementos de ésta, TODOS, son construcción histórica humana y por ende, relativos y perfectamente prescindibles en aras de la propuesta ecuménica de convergencia pro liberación de la Humanidad y de la Tierra.
    Ningún elemento de la Iglesia es irrenunciable: Dogmas (incluidos Trinidad y Divinidad de Jesús), Sacramentos, estructuras jerárquicas (Papa, obispos), legislación, modelo no democrático de organización, ¡todo! Algunos de estos elementos valdrían todavía por su concreta funcionalidad humana, sin ser indispensables.
    ¡Por supuesto que merecería la pena hacer cantidad de “rebajas” en nuestra concreta religión! Mantener como irrenunciable lo que no lo es es tanto como renegar del pluralismo religioso por talante exclusivista. Algunos párrafos significativos:

    -“¿qué pensar de la autenticidad “jesuánica” de aquel cristianismo que fue, por otra parte, tan bendecido por la oficialidad institucional y tan extendido entre las masas populares?” (Vigil p.151)
    -“Hacer un elenco de a) aspectos o elementos de la Iglesia que son actualmente así, pero que podrían ser de otra manera sin traicionar al Evangelio, b) aspectos o elementos que son actualmente así, pero que sería mejor que fueran de ota manera para ser más fieles al Evangelio; c) aspectos o elementos actuales que son contrarios al Evangelio” (l.c. 151)
    -“Reinocentrismo y eclesiocentrismo son dos paradigmas, dos galaxias teológicas y espirituales distintas. No es posible el diálogo acrítico entre cristianos que están en uno y otro paradigma…” (l.c. 145)
    -“El Reino une,/ la Iglesia divide/ cuando no coincide con el Reino” (Casaldáliga). l.c. 16)
    -Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi :”Sólo el Reino es absoluto, todo lo demás es relativo” (l.c. 12)
    -“Pudo incluso (la Iglesia) llegar a ser antirreino y sin una realidad –la del reino- que la pudiese juzgar” (Sobrino) (l.c.138).
    -“Quizás el cristianismo sea una traición inevitable y absolutamenbte necesaria de la figura de Jesús, pues, de no ser así, todos sus seguidores habrían muerto en las colinas de la Baja Galilea. Pero ¿era preciso que esa traición se produjra en tan poco tiempo?” (Crossan) (l.c. 135)
    -La Iglesia “no es una ‘religión sociológica’ al menos, no es una Iglesia establecida concreta, diseñada hasta sus últimos detalles rituales y jurídicos, concebida como la figura concreta institucional única en la que la “religión profunda” (un sentido para la vida) pudiera tomar cuerpo” (l.c.131). Etc.etc.etc.

    Las afirmaciones que hago creo que no traicionan sino que explicitan con mayor mordiente las tesis de Vigil, al menos si la de esta lección sobre ‘aspectos eclesiológicos’ queda debidamente enmarcada en el resto del libro.

    Entiendo que éste es el tema central de la lección 11: no el Reino de Dios pero sí la Iglesia institucional excluye el pluralismo religioso.

  13. Antonio Duato

    He releído con detención el texto del capítulo 11. Recomiendo a todos hacerlo y no quedarse en contestar el cuestionario (algunos lo hacen con fidelidad de alumnos cumplidores y es de agradecer) o entrar en los comentarios.

    Se me ocurre aportar dos cosas:

    1. La Teología escolática que me enseñaron (Zapelena, años 50, Gregoriana) identificaba la Iglesia Católica Romana con el “Reino de Dios” anunciado y promovido por Jesús. Así de clarito y contundente. Y todo apoyado en textos dogmáticos.

    2. La verdadera teología pre y posconciliar se ha esforzado mucho en distinguir los dos “proyectos” y sobre todo las dos realidades. Parece que tras el Vaticano II la cuestión estaba clara. Pero la cúspide eclesiástica no da el brazo a torcer. Antes retorcerá el espíritu del Vaticano II para seguir diciendo que Jesús proyectó e “intituyó” la Iglesia como es hoy: con una doctrina helenizada, con un gobierno monárquico y patriarcal, como único sacramento de salvación.

    Tras hablar de la adopción del modelo imperial y jurídico romano Vigil pone un párrafo, que es clave. Como alguien puede que no haya llegado, lo recojo aquí, dividiendo bien su contenido:

    Lo más importante de todo esto que estamos diciendo es que no se trata de un pasado remoto de la historia de la Iglesia. Se trata de un pasado recentísimo, pues, como decimos, ha durado hasta ayer, hasta el siglo XX, hasta apenas hace 40 años, en vida de la presente generación; es presente, pues, en ese sentido.

    Pero, hay más: en realidad no se puede dar por superado, ni siquiera con el Concilio Vaticano II. Es cierto que éste ha abandonado las posiciones teológicas principales de la situación de cristiandad, y que ha abierto la puerta a una reflexión desprendida de aquellos condicionamientos, cuyo elenco acabamos de hacer en balance.

    Pero ello no significa que ese abismo que se abrió entre la Iglesia de cristiandad y el Jesús histórico se haya superado con los simples decretos conciliares y un corto período de «recepción»38 del Concilio Vaticano II en la Iglesia.

    En dos sentidos:
    - en primer lugar, porque la configuración misma que la situación de cristiandad ha dejado en la Iglesia (ministerios, organización, estructuras, derecho, teología, liturgia, clericalismo…) todavía está ahí, y pasará mucho tiempo hasta que se disciernan y se superen todos los elementos que son accidentales y que podrían y deberían cambiar;

    - y, en segundo lugar, porque como es sabido, la «recepción» del Vaticano II ha quedado truncada en la actualidad.

    Hay que tenerlo claro. Una teología del pluralismo religioso como la que proponen Vigil, el espíritu del Vaticano II y la mejor parte de la teología moderna supone una ruptura no con la Iglesis Católica pero sí con la manera como ésta se entendió a sí misma y persiste a seguir entendiéndose en su cúspide y en los sectores restauracionistas. El que quiera seguir adelante en un auténtico pluralismo religioso, que sepa que podrá mantener y reforzar la fe que nos vincula a Jesús, pero no las creencias y dogmas con que esa se fe se revistió o desfiguró. Repito lo de otro día. Yo podré decir “Señór mío y Dios mío”, pero porque es una expresión que sale de lo profundo de mi fe en el Misterio que Jesús me ha ayudado a descubrir. No porque me obliga a ello una fórmula dogmática.

  14. h.cadarso

    Este capítulo me ha permitido ahondar en el impacto que produjo la “asimilación” o “absorción” del cristianismo por el Imperio Romano, Hasta ahora había pasado por el tema como gato por ascuas. Ahora, Vigil me da la medida de la absorción, del intento de linchamiento del Espíritu de Jesús en el plano jurídico (Oh! las grandezas del Derecho Romano…) el filosófico etc. etc. He intentado seguir el rastro de esa integración de lo religioso en lo político a través de los 2000 años de historia, de la mano de Vigil asimismo. Y las rebeliones contra esa absorción de lo religioso por lo político que a veces se tradujeron en supuestas herejías y procesos y condenas a la hoguera, a veces frenaron y “descafeinaron” movimientos iniciados por hombres de Dios.
    Yo entiendo que esta tensión entre los defensores del Reino de Dios y los del otro reino, el del dinero, el del poder político, han sido el pan nuestro de cada día en la iglesia y en el mundo entero. El Reino de Dios padece violencia, y los violentos lo arrebatan, se dice en el evangelio…
    Lo que ocurre hoy es que el nuevo espacio cultural en que nos movemos nos permite constatar esa tensiónm esa lucha, con más claridad, o simplemente desde otra perspectiva. Y tomar conciencia del pecado de la Iglesia, otro de los pecados de los que deberíamos pedir perdón; el de haber traicionado al Reino de Dios y habernos vendido al del becerro de oro…Saludos

  15. Gabriel Sánchez

    Juan Luis…aunque te parezca cursi, es un gustazo, volver a intercambiar contigo, mate en mano, algunos pensamientos…(no màs que eso), yo al leer a Josema…entendi, que el propone como tema a trabajar es el hecho de que que Jesús predico fuè el Reino de Dios y su relación con la Iglesia…es decir, usamos los terminos,(¿anormalitos?) que usa el autor del taller…

    Tratamos como él…de historiar el sentido de la palabra Reino e Iglesia…claro que nosotros lo hacemos desde los significados, lo de Josema es màs una propuesta del sentido historico…en cuanto al sentido politico del Reino…te diré que los latinoamericanos, le damos mucha importancia al tema…El Reino de Dios, es donde se cumple su justicia y pasa por la Liberaciòn de toda opresiòn…y esto tiene un profundo contenido, religiosa, social, politico y economico…jamàs se nos ocurriria pensar en una monarquìa, porque no es nuestra experiencia cotidiana, màs bien pseudodemocracias indiferentes y burguesas o dictaduras y ahora una especie de trabajosa primavera al decir de Frei Beto, que hay que cuidar para que no se a fugaz…
    En resumen que el Reino y la Iglesia parece tratarse este capitulo…Un abrazo para ti y un beso para Maite…Gabriel

  16. juan luis herrero del pozo

    Quiero ser sincero y manifestar mis sentimientos: temo que se esté soslayando la carga cuestionante de los capítulos de JM Vigil, el NERVIO de sus planteamientos sobre el más que nunca exigente pluralismo religioso no sólo “de hecho” sino “de derecho”, pluralismo que va bastante más allá de la mera tolerancia o del diálogo teórico de información mutua. Tal vez este soslayo del fondo real de este hilo provenga de que nos conformamos perezosamente con leer las interesantes acotaciones de Xabier sin leer siquiera mínimamente el texto de Vigil. O tal vez entendemos perfectamente hasta qué punto nos cuestiona Vigil y preferimos mirar hacia otro lado. En cualquiera de ambos casos (u otros)me parecería que estaríamos perdiendo una oportunidad excepcional que Antonio Duato pone a nuestra disposición con valentía.
    Y sería bueno no tergiversar el planteamiento del hilo: no es falta de AMOR ocuparse de las VERDADES. Afrontar no es enfrentarse…
    Si con las lecciones apenas afrontadas hasta el momento procedemos como pisando huevos o como gato sobre ascuas o mirando hacia otro lado, cuando cuelguen la próxima (los dos capírtulos 12)sobre la divinidad (o divinización)de Jesús, alguien necesite tal vez un mes de ejercicios espirituales para no perder la fe. O bien tener a mano un desfibrilador.
    Opino sinceramente que el mundo moderno tiene necesidad del Proyecto de futuro de Jesús pero le estamos ofreciendo sucedáneos, que por no ser de Jesús nos incapacitan para el Pluralismo. Como creyentes y testigos leales nos jugamos mucho afrontando o soslayando el Pluralismo Religioso.

  17. juan luis herrero del pozo

    Amigo Gabriel’S, es de agradecer tu erudición bíblica aunque no venga muy a cuento, creo, como es el caso en tu comentario a Maite Lesmes. En los ambientes clericales, los nuestros, y en su contexto doctrinal cuando oimos o leemos “Reino” ni nos viene a la mente su sentido político. Pero a la gente más normalita entiendo perfectamente que le produzca una cierta incomodidad. Quiero decir que más bien provoca antipatía contra el Reino. Es de agradecer que Maite nos lo señale e invite a buscar vocablos más inteligibles para la actualidad ¿Se podría tal vez sustituir ‘reino’ por ‘Proyecto de Dios’ o por ‘gran Utopía’ o por el ‘otro mundo posible’ (integral, claro) ?

  18. Gabriel Sánchez

    Mi entrañable profesora Preferida, un grato honor poder leerla y si se me permite también coloquiar reflexionando en vos alta.
    Esta palabra griega -”Basilea”- tiene tres significados:
    1°: la realeza, es decir, la dignidad del rey: el que tiene esa dignidad y, por lo tanto, tiene derecho a gobernar al pueblo;
    2°: el reinado, que es la actividad del rey, que nace del hecho de que es rey, de que tiene la realeza;
    y 3°: el reino: es decir, el territorio de los súbditos sobre los que se ejerce el reinado. En griego tiene, por tanto, estos tres significados. Pero como esto es una traducción de una palabra aramea -”malkut”-, en arameo significa “reinado”: es activo; es la actividad de gobierno que Dios ejerce.
    http://personal.auna.com/obispo/orar/sermon/docu2.htm
    Esta es la forma fonética, en Arameo de TETE Malkutat
    ta-vo mal-ku-tey-ca
    Tete – Venir, hacerse presente (poético-midrash-esparce su semilla-lléname de tu presencia ya)
    Malkutat Reinado de Dios…

    Sobre el significado profundo, podríamos manejar la idea de que tu Espíritu se haga presente ya en su reinado) DIOS NO REINA POR IMPOSICIÒN- LO HACE POR POR COMUNICAR A TU CORAZÒN SUS SENTIMIENTOS (INSPIRACIÓN)

    Pero dejemos que hable un sabio maestro , presente aún entre nosotros y profundamente inspirado e inspirador
    Llegue tu reinado.(no venga a nosotros tu Reino)

    Qué significa esta petición? La palabra reino puede traducirse de tres maneras: realeza, reinado y reino. La ordinaria, en lenguaje arameo o hebreo, es reinado. El reino somos nosotros, y no se puede decir que lleguemos nosotros. Lo que se pide es que llegue su reinado, es decir, que la actividad de Dios sobre la humanidad se ejerza. Ya se ejerce sobre la comunidad y ahora, esta comunidad, quiere que sea para el mundo entero, para toda la humanidad. El reinado de Dios es la comunicación de vida. La vida de Dios comunicada es el Espíritu. Por tanto lo que se pide es que esta experiencia de vida que tenemos nosotros, del Espíritu que nos ha dado vida, que sea también experiencia de la humanidad. La pequeña utopía realizada y la gran utopía.
    Acordémonos de la primera bienaventuranza. “Dichosos los que eligen ser pobres, porque sobre ellos reina Dios, Dios ejerce su reinado, tienen a Dios por rey”. De manera que para que Dios ejerza su reinado sobre los seres humanos, esa comunicación de vida, hace falta esa opción, la opción por la pobreza, que es la opción contra las ambiciones de dinero, de honor y de poder. La comunidad ha hecho la opción y ha recibido el Espíritu, ya Dios reina sobre ella. Entonces se pide que Dios reine sobre la humanidad, y eso implica que la humanidad cambie su estado de valores, que en vez de los valores de la sociedad injusta (la ambición, las insolidaridades, la violencia interna y externa), que cambien y que elijan precisamente lo contrario: la sencillez y el compartir, la igualdad y el servicio mutuo, en vez del poder, el honor y el dinero. De manera que esta humanidad que, primero, se libera al comprender que Dios es Padre y no es tirano y, por lo tanto, no acepta un tirano, esa humanidad, así liberada, haga las opciones propias de ese Padre que se propone, las opciones para que el Padre pueda reinar. Las opciones implican renunciar a las ambiciones, y entonces “tu reinado” será una realidad. Que la humanidad se llene de vida, de Espíritu, de amor, de solidaridad, de fraternidad, porque ha hecho las opciones que eliminan esas rivalidades, hostilidades y violencias de la sociedad en que vivimos
    Fragmento de la conferencia dada en la parroquia de (Parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Vallecas. Madrid)
    LA ORACIÓN DEL “PADRE NUESTRO”
    Conferencia de Juan Mateos,
    Teólogo y traductor bíblico

    En cuanto a la palabra ekklesia- que traduce la qahal hebreo qahalá arameo, que designa a toda la asamblea del pueblo de Israel, solemnemente convocada diremos que Ekklesia, la palabra griega que traducimos “iglesia”, es una de las más importantes del NT. Como otras palabras
    Neotestamentarias, ésta tiene un doble trasfondo.(I) Trasfondo griego de Ekklesia. En los grandes días de la Atenas clásica, la Ekklesia era la gente convocada y reunida en asamblea. La componían todos los ciudadanos de la metrópoli que no habían perdido sus derechos cívicos, y, salvo el hecho de que las decisiones tomadas debían ajustarse a las leyes del estado, sus poderes eran para todos los fines y efectos. La asamblea nombraba y destituía magistrados; dirigía la política de la ciudad; declaraba la guerra y hacía la paz; contraía compromisos y concertaba alianzas; elegía generales y otros oficiales militares; destinaba las tropas a las diferentes campañas y las despachaba desde la ciudad; era responsable de la dirección de todas las operaciones militares; recogía y distribuía los fondos públicos. Pero, en medio de todo esto, debemos destacar dos hechos sumamente interesantes. Primero, todas sus reuniones comenzaban con oración y sacrificio. Segundo, era una verdadera democracia. Sus dos santos y señas eran “igualdad” (isonomia) y “libertad” (eleutheria.) Era una asamblea en que cada uno tenía el mismo derecho e idéntico deber de tomar parte.
    Este vocablo ekklesia lo emplearon los Setenta, o sea, la versión griega de la Biblia en el siglo II antes de Cristo, para traducir el qahal hebreo y su correspondiente arameo qahalá, que con mucha probabilidad usó Cristo en su respuesta a Pedro. Este hecho es el punto de partida de nuestro análisis de las palabras del anuncio de Jesús. (Sobre esta piedra edificare mi qahal), que algunos traducen como la asamblea convocada de Pueblo de Dios (Israel)…otros tienen un matiz y dan del significado ya de el Pueblo de Dios convocado en Asamblea.-

    En resumen, podemos decir que el ámbito donde Dios tiene su reinado-es lugar de encuentro-intimidad-comunicación de sentimientos (ejercicio de Reinar de Dios) y que la qahalá (tal como lo pronunció Jesús), es la asamblea del pueblo de Dios.-, Que ese lugar esta dentro, fuera, arriba y abajo , de la Iglesia…y me permito gritar con ustedes….TETE MAKUTAT Gabriel

  19. Maite Lesmes

    “Existe Reino fuera de la Iglesia y no toda la Iglesia es Reino”.
    Si sustituyéramos “Reino” por Bondad, Amor, Verdad, Justicia, etc, quedaría por ejemplo así: “Existe Bondad fuera de la Iglesia y no toda la Iglesia es Bondad”.

    La institución de la monarquía es muy antigua y parece que la palabra hebrea que traducimos por ‘Reino’ está en los escritos bíblicos. No obstante, y a pesar de que interpretemos bien lo que Jesús quiso decir al proponernos el Reino de Dios, a mí, como a muchas personas que rechazamos
    la institución monárquica por anacrónica, la palabra REINO me produce desasosiego.
    Tanto desasosiego como la palabra ‘Iglesia’ sin apellido, porque el rechazo de muchos al aparato eclesial es notorio, no así cuando con ese término nos dirigimos al conjunto de creyentes (en sentido propio tampoco podríamos decir comunidad de creyentes).
    Pregunto y propongo: ¿los hermenéuticos con conocimientos fundados no encontrarían un término
    más atractivo y aceptable universalmente que el de
    ‘Reino’ de Dios?
    Como insulto, puedo entender que se le diga a Jesús Rey de los judíos. Por analogía con el poder
    político, puedo entender que algunos se digan seguidores de “Cristo Rey”. Pero repele, hablando de Jesús y de su utopía, la palabra “reino”. Al menos a mí.

  20. carlos alejos

    Para Jesús la importancia no estaba en formar una religión o una iglesia, lo que habría que entender que para poder llevar mejor la propuesta del Reino era necesario cierta organización, pero supongo que era una organización abierta pero que en el transcurso de su caminar fue cerrándose con caracteres excluyentes.
    La influencia del estado a través de la iglesia es algo que se mantiene hasta la actualidad.
    En el cuestionario se aprecia nuestra actitud que debemos tener ante los cambios que si son posibles realizar en la iglesia como proceso liberador y reconciliador ante las demás religiones.
    Para eso es importante volver a las mismas fuentes del testimonio realizado por Jesús en la historia y confirmado en su resurrección como proyecto de vida integradora.
    Los retos son grandes y hay que asumir los procesos determinados en los tiempos determinados, sin detenerse por que no ayudaría a los procesos de cambios. No podemos caminar solos, reafirmo la riqueza en la diversidad de la espiritualidad de las diferentes religiones y como se concretiza en el compartir mutuo desde cada identidad en la misma causa de Jesús: El proyecto del Reino entre nosotros.
    El riesgo de venerar el evangelio como misterio es quedarse en el misterio y no pasar a lo que el misterio revela: El testimonio de Jesús del Reino del Padre.
    Lo sagrado es de Dios y no debe estar por encima de nadie sino en horizontal para todos, santidad como pueblo y no jerárquica.
    Una cosa es adaptarse a las realidades y desde allí continuar con la actitud servidora y otra es usar esa adaptación para sus intereses, eso es lo que le paso a la iglesia al ser reconocida por roma.
    Reino y salvación dimensiones que nos deben integrar y no buscar excluir entre la gente. Toda iglesia que excluya no es parte del Reino y la iglesia en si no es Reino.
    Creo que el taller esta marcando nuestras vidas de alguna manera como lo indica Juan luís; esta en nosotros ser más que difundidor del tema, ser los que continuemos dando testimonio en esta perspectiva que ira marcando el sentir nuevo de iglesia hacia una mayor integración.
    Si nacerá Rodrigo, se que nacerá, ayudemos al parto.
    Gabriel estoy seguro que en todo lo vivido en el desarrollo del taller hemos podido sentir de las diferentes formas y maneras la presencia de Dios caminando a nuestro lado, de otra manera, Dios haciendo el taller con nosotros.
    Gabriel ha dicho una gran verdad: Reino Y dios son inseparables y eso esta totalmente integrado a la realidad de los más pobres que son los preferidos del Reino.
    Creo Fina que muchos de los errores de la iglesia están cuando dejo de ser servidora de las personas y paso a ser parte del poder del imperio de dominación y es absorbida por esos intereses mas que por el sentir de Jesús.

  21. Gabriel Sánchez

    Juan Luis, que gusto de nuevo, y dire que en muchas de las cosas que nos expusiste yo estoy plenamente de acuerdo.- No se puede confudir la Iglesia con el Reino…es màs la dimensiòn religiosa humana…puede ser signo, pero del Reino debe distingirse lo que es escencial, de lo que puede llegar a ser accidental…Mt.5,3-l2;6,33; Mt 7,21-Jn15,12-14;Lc.6,20-27;Lc9,2;Mt.25,33-45; Lc.10,30-37; TODO LO DEMAS OS VENDRA POR AÑADIDURA.- Gabriel

  22. juan luis herrero del pozo

    Existe Reino fuera de la Iglesia y no toda la Iglesia es Reino. Más aún la configuración histórica de la Iglesia (dogmas, culto, organización)es más anti-Reino que Reino. La ruptura interior de la Iglesia es profunda. “Nominalmente estamos en el mismo cristianismo, pero realmente son dos cristianismos que poco tienen que ver. Sólo el reinocentrismo es jesuánico y sólo él es cristianismo” (pág.145 de Vigil: me alivia que Vigil adopte tales angulosidades en el lenguaje).

    “Todos los seres humanos están elevados al “orden de la salvación”, y nadie está en inferioridad de condiciones salvíficas o de gracia por no haber nacido en una etnia o en una cultura determinada…La Salvación se la apropian los seres humanos por la práctica del amor y la justicia, lo cual está al alcance de todos ellos. El cristianismo no es una realidad inscrita en el “orden de la salvación” sino en el “orden del conocimiento de la salvación” (pág. 14 de Vigil).
    Si no me equivoco mi planteamiento es parecido: la salvación coincide con la creación.

    “Debemos distinguir entre la iglesia histórica y el Misterio de la Iglesia, entre la Iglesia insitucional y la comunidad de Jesús.” (Vigil, pág.145) Lo que avala la posibilidad de darse de baja en aquella y no en ésta.

  23. Maite Lesmes

    Quisiera formar parte del curso antes de que se cierre el plazo de inscripción, aunque si no lo he hecho antes y si no participaré activamente al principio ha sido y será por dedicación al trabajo, sobre todo.
    Me queda poco tiempo para la prejubilación como docente de Filosofía en Instituto de Bachillerato. Buscaré entonces otro lugar para vivir y ser útil a otros.
    Tengo mis raíces en Valladolid, España, pero también influencias de los sitios, personas y experiencias que me ha tocado vivir en Madrid, Francia, Guipúzcoa. Me siento ciudadana universal
    y creyente heterodoxa. Nada que ver cordialmente con ninguna institución de cualquier iglesia, pero abierta a y buscadora de toda verdad racional vital que hayamos construido en el tiempo entre todos, sobre todo tras las huellas de los grandes hombres y mujeres que han destacado en humanidad.
    Como muchos de mi generación, formé parte de grupos cristianos, entusiasmada con los aires nuevos del Concilio. Tras aquel aborto, la condena a J.J. Tamayo en 2002 me llevó a engancharme nuevamente no sólo a sus libros, sino en general a las nuevas teologías y nuevos teólogos (nuevos, porque se siguen renovando, aunque lleven décadas en ello), a distanciarme de todo lo que esté relacionado con el aparato eclesiástico, y, tras la lectura del libro “Religión sin Magia” de JL Herrero, vivo saludablemente un proceso de deconstrucción-construcción a mi aire que me pide compartir con quienes sujetan la misma cuerda.
    Me preocupan e interesan las personas migrantes, la no efectiva laicidad, el empobrecimiento material y ambiental de personas, sociedad, planeta.
    Laica, por supuesto, y doblemente madre.
    No dejaré de recomendar Koinonía, Atrio, Eclesalia y a sus respectivos mentores. A todos, gracias.

  24. juan luis herrero del pozo

    Me ha gustado la presentación que hace Xabier del contexto en el que y mediante el cual se pervierten las coordenadas originarias del “movimiento de Jesús” para acabar en la “iglesia” que sufrimos (¡) durante casi dos milenios…!!!
    La distinción, ya generalizada, que hace Vigil entre Reino e Iglesia es un punto clave para la posibilidad del pluralismo religioso en un diálogo real, no ficticio. La pluralidad de religiones es el camino “normal” en la consecución del Reino quedando la Iglesia (las iglesias) en camino extraordinario.
    La distinción entre Reino e Iglesia aún resalta más cuando el movimiento de Jesús se devalúa en la Iglesia histórica que ya no es cristianismo sino Cristiandad, vigente casi desde los inicios hasta el Vaticano II y a la que los papas Vojtwila y Ratzinger pretenden reconducir al Pueblo de Dios mediante. Algo señaladamente visible, muy especialmente, en la Dominus Iesus que representa el golpe de gracia no sólo al pluralismo religioso sino al simple ecumenismo. La presente lección 11 de Vigil tiene muy difícil “recepción” para la “galaxia” conservadora(¡qué curioso que también Vigil hable del imposible diálogo entre las dos galaxias!) porque fuerza a reconsiderar tantas cosas…; dificultad que me ha parecido claramente presente en algún comentario incluso de talante abierto.
    Pero ¡qué bueno seguir a Vigil en esta progresiva y radical deconstrucción y reajuste! ¡Qué bueno si al cabo de estas lecciones, cada una más ‘infumable’ que la anterior para los espíritus más conservadores. Uno o varios lectores participantes llegarán sin duda, al final del curso a asumir la hondura de esta ‘revolución copernicana’.

  25. Rodrigo Olvera

    Sin tiempo aún de leer, y mucho menos aportar, me detengo un poco para saludar y dar la bienvenida a Begonya. Me ha alegrado el día leerte

    Y gracias Javier por tu cita. ¿Podrá esta Iglesia volver a nacer, como se le sugirió a Nicodemo?

    Saludos

  26. Fina Blàzquez

    Jabier PICAZA

    aunque tal vez no sea preciso dar las gracias, quiero darlas por tu documentada y clara respuesta.

    Tomo nota de todo ello, porque es una magnífica lección de historia.

    De ella me resulta reconfortante del todo, que todo lo que me preocupaba como duda, no es cristiano.

    Por tanto.. tengo razón.. y dentro de todo.. es como un consuelo.

  27. x. Pikaza

    Hola, Fina. Me haces una pregunta muy fuerte… y voy a responderte con una cita larga… tomada en parte de mi libro sobre Los Papas (Trotta, Madrid 2006). Ésta es a mi juicio “la raiz” de los males ontológicos y jerárquicos de la Iglesia:

    En principio, el movimiento de Jesús no era jerárquico, sino mesiánico. No promovía un orden sacerdotal, ontológico e imperial, sino una experiencia de trascendencia amorosa, inmediata, de Dios, abriendo un camino de comunicación igualitaria entre los hombres y mujeres, desde los marginados del sistema. En su identidad más honda, ese movimiento siguió siendo lo que era y así pudo expandirse en medio de una situación de rechazo e incluso de persecución, entre los siglos II y III, penetrando en las estructuras del imperio romano. Pero eso le llevó a la distinción de los dos niveles (=órdenes) dentro de la iglesia:

    (1) Surgió el clero, formado por obispos, presbíteros y diáconos varones que, formando parte de la iglesia, se elevaban sobre el resto de sus miembros, como representantes especiales de Jesús, con autoridad sagrada. De esa forma, la iglesia, que había nacido del Reino para los pobres, se convirtió en institución de poder sagrado, que podía estar y estaba muchas veces al servicio de los pobres, pero que ya no les pertenecía.

    (2) Quedó el pueblo, formado ahora por laicos es decir, cristianos pasivos, que escuchan la palabra y reciben los sacramentos que les ofrece el clero, al que sostienen con sus aportaciones económicas. Antes no existían en ese sentido los laicos, pues todos los cristianos lo eran, como miembros del «laos» o pueblo de Dios. Ahora empezaron a existir, viniendo a convertirse en cristianos pasivos.

    Esa es la paradoja: los cristianos rechazaron el carácter religioso del Imperio romano, siendo perseguidos por ello, pero, a lo largo de un proceso fascinante (y peligroso) de refundación, acabaron asumiendo muchos rasgos de ese imperio, hasta sustituirlo. En este contexto hablamos de una «inculturación jerárquica» (judía, helenista y romana) de la iglesia, que ha sido la más antigua y duradera.

    En el fondo de ese proceso se ha expresado una mística religiosa de tipo jerárquico y trasfondo pagano, que sacraliza un Todo divino. Su factor más importante ha sido quizá un tipo de helenismo, capaz de asumir y englobar los otros dos factores (sacerdocio e imperio), como podemos ver a través de Dionisio Areopagita (siglo V-VI), cuya obra, traducida y recreada en latín por Escoto Erígena (siglo VIII), ha sido clave para la eclesiología de occidente, pues ella interpretó las estructuras cristianas en una perspectiva jerárquica, suponiendo que la salvación viene de arriba, a través de los más santos o perfectos, de manera que la iglesia es orden jerárquico más que lugar donde se ofrece y comparte la vida a partir de los pobres.

    Desde ese fondo, Dionisio concibe a la iglesia como un orden gradual, que proviene de Dios y desciende, a través de las Ideas o planos intermedios (Logos, Alma), hasta el mundo inferior de la materia, para ascender de nuevo a lo divino. En ese contexto resultan esenciales los jerarcas de la iglesia de quienes el Nuevo Testamento no había dicho nada.

    (1) El obispo posee la ciencia de las Escrituras, en clave de perfección: por eso puede revelar su conocimiento y santidad desde lo alto, siendo signo de tearquía o poder divino, porque está directamente iluminado por Dios.

    (2) Los sacerdotes (presbíteros) reciben la iluminación del obispo y la transmiten a los estamentos inferiores: ellos ofrecen los símbolos divinos a los fieles y purifican a los «profanos», haciéndoles nacer a la gracia a través de los sacramentos.

    (3) Los ministros (diáconos) van dirigiendo a esos profanos hacia la purificación de los sacerdotes, para que pueda realizarse la obra divina, dentro de un todo armónico donde el orden y estructura del conjunto aparece como un gran canto de misterio (Jerarquía eclesiástica V, 1).

    Los ministerios de la iglesia se integran así en una visión sacral de la realidad, presidida por la veneración al Todo divino y la sumisión religiosa, que ahora aparece como virtud esencial de los cristianos. El sometimiento (más sacral que social, aunque ambos son inseparables) se convierte en signo supremo de la religión: la realidad se entiende y expresa como jerarquía, sistema de música y belleza en el que Dios domina y dirige desde arriba los movimientos y melodías del conjunto, a través de los clérigos, portadores de autoridad sagrada.

    De esa forma, la iglesia, conservando su inspiración evangélica, se integró en una cultura y espiritualidad de tipo neoplatónico, que parecía abierta a todos, y pudo presentarse como expresión de una sacralidad jerárquica casi natural (anima naturaliter cristiana), aunque contraria al cristianismo, que no es orden natural, sino amor liberador abierto a los pobres.

    En aquel contexto de unidad sagrada parecía lógico que fieles y obispos se subordinaran a un obispo central (de Roma), entendido como culmen o clave de bóveda de la jerarquía sagrada, como irá mostrando la historia posterior de la iglesia de Roma, tal como vino a culminar en la «reforma gregoriana» del siglo XI. Pero en su origen y sentido básico, todo ese edificio jerárquico y sagrado no es cristiano.

  28. Begonya Esteve

    Me llamo Begonya Esteve vivo en un pueblo de la provincia de Barcelona. Tengo tres hijos adolescentes que cada sábado nos empujan a ir a los cinco a (misa) celebrar la fe. Y esta anomalia(?) se debe a que hemos encontrado una comunidad coherente con el evangelio…y esto da mucha fuerza. Me inscribo hoy puesto que apremiada por ser la última semana, y no lo he hecho antes pues esperaba haberos atrapado, pues hace sólo tres semanas que os he encontrado y todavia voy por el tema 6.
    Mi interés : tengo sed de abrir los ojos.
    Gracias por el curso y por la posibilidad de intercambio.

  29. Josemaría Sarrionandia

    «La altura a la que asciende es su propia gloria de Mesías que ha triunfado de la muerte y que comienza a ser reflejo pleno de la vida de Dios para los hombres»
    Dios se identifica personalmente con la humanidad en Cristo y los cristianos identifican personalmente la humanidad con Dios. Doble proceso de única glorificación.
    La Humanidad, nacida del seno de la Madre, vive el triple proceso de la sensación, de la inteligencia y de la decisión. El resultado final es la decisión en libertad: ésta es la clave para salir del misterio del tiempo y entrar en el misterio de la gloria. Este salir del sepulcro materno, crecer y madurar en libertad de amor y morir en paz y confianza es la ruta terrenal de la vida en que todo hombre (varón y mujer) se hace cristiano anonima o nominalmente.

  30. Gabriel Sánchez

    En primer lugar hay algunas afirmaciones de esta, que a mi me gustaría replantearlas desde otra perspectiva, que si bien, es sólo eso una perspectiva cambia la carga significativa y emotiva de la afirmación.-

    Antes de entrar a este ejercicio de decodificar el texto (siempre desde mi perspectiva), diré dos cosas importantes, la forma en que se redacto este párrafo me sacudió, hizo que necesitará de la oración y de la relectura, con un espíritu abierto, y apriorísticamente deje que confrontara mi síntesis de fe, como para replantearme aquello que honestamente sintiera que debía hacerlo, es decir no hay un ejercicio de tapar mis oídos.-

    En segundo lugar debo decir que cuando digo “Lo más importante para mi es mi Esposa, no separo su ser (en si), con su ternura, su compromiso, su sensibilidad,…ella es todo eso y mucho más.-

    Por lo que separar a Dios de su Reino, o mejor decir que el ámbito, el conjunto de relaciones en donde Dios Reina, de su ser (“en si”), es un extrañamiento del concepto Dios…digamos que por lo menos artificioso…Dios es en si esa voluntad de cocrear un proyecto, una cercanía, una voluntad, un paternidad salvadora… y seguramente mucho más que no se limita a nuestra capacidad de comprenderlo y si bien yo siento que Dios quiere eso, separar su ser “en si” de su Reino “de paternidad salvadora”…es ilógico, es extraño y si se me permite expresar alienar nuestro sentido de Dios.-

    Es decir que ese proyecto de paternidad salvadora, en donde nuestra relación con el hermano, y con la naturaleza y con nosotros mismos, esta determinada por nuestra filialidad, es decir relaciones en donde Dios Reine…separar ese concepto de Dios… es alienar el concepto del Reino igualmente. Sin Dios en si no existe Reino y el Reino es ante todo relación con el “en si” de Dios.-

    ”-Para Jesús, lo último no era, tampoco, simplemente Dios. Jesús no habla de Dios en directo y en soledad… Para Jesús Dios es siempre el «Dios del Reino», el Dios que tiene una voluntad, un proyecto, una cercanía, una voluntad, una paternidad salvadora… Para Jesús, Dios no es un «en sí».”

    Otra afirmación:

    -Para Jesús, lo más importante, «lo último»3, su Causa, no era él mismo: Jesús no se predicó a sí mismo. Él no se consideraba a sí mismo como lo más importante. Él se consideraba a sí mismo no absoluto, sino relacional: al servicio del RD

    Una vez más, el Reino…aparece como algo con vida propia, separado de Jesús, veamos lo que el dijo de su relación con el Reino, de lo que pensaba de si mismo.-

    Jn. 1, 12 Los que creyeron en su Palabra

    Jn 3,18 El que cree en Él

    Mt. 10,37 quien ama a su madre y a su padre más que a mi

    Mt 11,27 Nadie conoce al Padre sino el hijo.

    Mt.25, 31 Cuando venga el hijo del hombre…

    Lc.22, 30 Para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino

    Jn.18, 33-37 Mi Reino no es de este Mundo

    Lc.23, 42 Jesús acuérdate de mi cuando vengas con tu Reino

    Mt.16, 19 A ti te daré la llave del Reino

    Lc.22, 29 Por lo tanto dispongo un Reino para vosotros, como el Padre lo dispuso para mi

    Es obvio que no se puede separar al Reino de Dios del mismo Padre, ni tampoco del Hijo…tanto es así que la predilección del Padre por los pobres y pequeños, integrantes naturales del Reino de Dios, según las bienaventuranzas, lo descubrimos desde la praxis de Jesús Nazareth el Señor, lo que es más el dispuso el Reino y dio sus llaves…a un grupo de discípulos suyos… Yo no quiero juzgar el pasado desde mi perspectiva presente, es un grueso anacronismo, si digoque hoy, se necesita refundar la Iglesia…en el resplandor primero…y volver a que nuestra praxis eclesial, no pongo en comuniòn con palabras como las que pronuncio el Maestro..”El que quiera ser el primero entre vosotros sera esclavo de todos (Mc.10,44), y a la manera que el libro de los Hechos nos plantea…todo lo tenian en comun, nadie se consideraba dueño de nada, tenian una sola alma y un sòlo corazòn Y PARTIAN EL PAN EN LAS CASAS (Hch 2, 44-47 ; 4,32-35) Gabriel ((Gabriel

  31. Josemaría Sarrionandia

    Pasar del eclesiocentrismo al reinocentrismo resulta ser la síntesis de la elaboración teológica del siglo XX, como puede observarse a lo largo de las notas a pié de página del cap.XI de JMV. Yo traduciría este proceso en términos más populares, lo que cuenta no son los derechos de la verdad sino el mandamiento del amor.
    Discutiendo el valor de las verdades perdemos el amor que nos debemos entre debatientes!

  32. carlos alejos

    Creo que el imperio ha marcado mucho en el sentir de la iglesia. El poder rebasó su capacidad.

  33. carlos alejos

    Esos esquemas son los que hay que romper o trasformar para volver al evengelio y llegar a que los pobres se sientan protagonistas de los cambios, asi como abrir los caminos para relaciones fraternas entre todos sobre todo con las otras confesiones.

  34. Fina Blàzquez

    PICAZA

    Después de leer la entrada en azul que das al principio del escrito.. me pregunto si puedo entende que realmente son métodos del Imperio Romano lo que incluyó la Iglesia en su forma de atacar los males?

  35. Fina Blàzquez

    Xabier PICAZA

    Me atrevo a decir que según tengo entendido, el Judaísmo tenía en tiempos de JESÚS -y alrededor de ellos- diferentes maneras de expresarse o de entenderlo. Y según tengo entendido no eran perseguidos los que diferían del patrón central o eje de la religión.

    Unos eran exageradamente leales a una “letra”. (FARISEOS).
    Otros era más políticamente-correctos (O CASTA SACERDOTAL-LOS SADUCEOS)

    Y los ESENIOS que formaban una parte apartada buscadora en principio de la pureza (aunque parece HOY en día, no tal alejada de la gente, como primeramente se creyó).
    Pero con sus leyes, costumbres (p.e. casarse a los 20, tener hijos y a los 30 profesar y entrar en los grandes misterios y comprensión a partir de ellos); sus escritos y disposiciones.

    Mi comentario viene seguido a que supongo por lo que he leído y leo en LA lección de HOY, que
    “la adquisición del castigo tremendo” que hizo el cristianismo, dogmmáticamente, contra las diferencias, no provenía del Judaísmo. Y si no provenía tampoco de JESÚS -hombre judío por otra parte- ¿de donde le vino a LA IGLESIA adquirir esta mala costumbre? a mi entender mala.

    Un saludo cordial

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